Normaliza Trump relaciones con Bielorrusia y hace un guiño a Putin
EFE
Ciudad de México.- Donald Trump, presidente de Estados Unidos, realizó un guiño al Kremlin al normalizar las relaciones con su principal aliado, Bielorrusia, a través del levantamiento de sanciones.
El mensaje es que, en el marco de negociaciones de normalización, la Casa Blanca está dispuesta a ignorar cualquier abuso de los derechos humanos siempre que sea a cambio de concesiones políticas.
En el plan de paz original para Ucrania, EU también planteó el total levantamiento de las sanciones e incluso el retorno de Rusia al G7 a cambio del fin de la guerra, lo que fue rechazado por los europeos.
EL CONEJILLO DE INDIAS BIELORRUSO
La Realpolitik estadounidense comenzó con la sorprendente llamada telefónica que Trump hizo el 15 de agosto pasado mientras volaba a Alaska para su cumbre con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
Entonces, según escribió él mismo en Truth Social, pidió al líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, que liberara a todos los presos políticos en la antigua república soviética, país denostado desde la violenta represión de las protestas opositoras contra el fraude electoral en 2020.
"Es un hombre respetable", dijo Trump, haciendo de tripas corazón, sobre Lukashenko, el mandatario europeo que lleva más tiempo en el poder.
A cambio, EU primero levantó las restricciones vigentes desde 2022 a la aerolínea Belavia y el sábado le tocó el turno al potasio, sancionado desde 2021. La corporación estatal Belaruskalia exportaba antes de ser sancionada más de 10 millones de toneladas, un 20% del total mundial.
Ante el cierre por parte de Lituania del puerto báltico de Klaipeda, Minsk se vio obligado a exportar el cloruro de potasio a través de puertos rusos y en tren a China.
"La decisión ya está tomada. Entró en vigor inmediatamente", explicó Valentín Ribakov, embajador bielorruso ante la ONU, a la televisión local.
LA MEJOR FORMA DE LLEGAR A PUTIN
Bielorrusia juega aquí el papel de conejillo de indias de cara a unas futuras negociaciones con su hermano mayor, Rusia. Lukashenko siempre ha sabido jugar a varias bandas.
Ahora su papel debe ser el de convencer a Putin de que lo mejor es llegar cuanto antes a un trato con Trump, al que le importan mucho más los negocios que las consecuencias políticas de un acuerdo de paz injusto.
La paz tiene contrapartidas, más aún cuando la economía rusa ha entrado en un claro proceso de estancamiento después de casi cuatro años de combates debido a la drástica caída de los ingresos por la exportación de hidrocarburos.
"Lukashenko nos ayuda, nos aconseja qué hacer con la guerra entre Rusia y Ucrania. Son buenos consejos", comentó el emisario estadounidense, John Cole, tras mantener consultas durante dos días con Lukashenko en Minsk.
Cole recordó que el líder bielorruso tiene "una larga historia de relaciones con el presidente Putin", que le cedió en su momento armas nucleares tácticas para defenderse de una posible amenaza de la OTAN.
Agregó: "Esto es muy útil en esta situación. Son amigos desde hace mucho (...) Naturalmente, Putin puede aceptar algunos consejos y rechazar otros".
PRESOS POLÍTICOS COMO MONEDA DE CAMBIO
La normalización de relaciones con Bielorrusia, considerada una versión en pequeño de la Federación Rusa, comenzó con pequeñas amnistías de presos a mediados de este año.
"Créanme, las reuniones con representantes de Estados Unidos tienen lugar prácticamente cada semana. Estamos preparando ya las próximas citas, los próximos pasos que ambas partes deben dar en el camino a la plena normalización de nuestras relaciones", comentó Ribakov.
La regla es simple. "Levantamos sanciones y liberamos presos", explicó Cole ayer. Aunque las organizaciones de derechos humanos hablan de más de un millar de presos políticos, Minsk liberó en los últimos meses al Nobel de la Paz, Ales Bialiatski, y a los principales líderes opositores: Tijanovski, Kolésnikova y Babariko.
La Casa Blanca realizó en agosto pasado un gran canje de 25 presos con Rusia, pero Trump quiere que la normalización con Moscú se traduzca en el fin de la guerra en Ucrania.
Lukashenko, cuyo país acogió en momento las negociaciones que frenaron los combates en 2015, tiene algo que decir, dado que Minsk cedió su territorio para la invasión rusa en 2022 y es considerado un cómplice por Kiev.
En los últimos meses Lukashenko aprovecha cada ocasión para alabar a Trump. "Dicen que a Trump le gustan los halagos. Yo no es por halagar, pero quiero decir que últimamente su comportamiento me gusta mucho", dijo.
UN “HOMBRE DE PAZ”
Trump, que quiere promover a toda costa su imagen de 'hombre de paz', y su esposa, Melanie, le respondieron con un telegrama de agradecimiento y una felicitación navideña.
Según explicó Ribakov, Lukashenko también recomendó a la Casa Blanca no invadir Venezuela, estrecho aliado de Minsk y Moscú desde tiempos de Hugo Chávez.
"El presidente de Bielorrusia habló muy francamente con la delegación estadounidense y les advirtió que la implicación de EU en una guerra como esa significará la repetición de Vietnam, lo que no necesitan ni el pueblo estadounidense ni, menos aún, el pueblo venezolano y tampoco la comunidad internacional", señaló a la televisión bielorrusa.
IMCM