Tragedia en Filipinas: terremoto de 6.9 deja 22 muertos y graves daños
Este martes un fuerte terremoto de magnitud 6.9 sacudió Filipinas, dejando un saldo preliminar de 22 personas fallecidas y decenas de heridos, de acuerdo con medios locales.
El sismo provocó daños en edificios, cortes de electricidad y el colapso parcial de la infraestructura en varias regiones del país.
El epicentro del movimiento telúrico se localizó a unos 17 kilómetros (10 millas) al noreste de la ciudad costera de Bogo, en la provincia de Cebú, donde se reportaron al menos 14 decesos, informó por teléfono a Associated Press el oficial de mitigación de desastres, Rex Ygot.
Además, se reportaron afectaciones en el suministro de agua. Autoridades de San Remigio solicitaron con urgencia víveres y agua potable, ya que el sistema de distribución resultó seriamente dañado.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) confirmó que, tras el primer terremoto, se han registrado al menos cuatro réplicas de magnitud 5.0 o superior, lo que ha complicado las labores de rescate y aumentado el temor entre la población.
La gobernadora provincial de Cebú, Pamela Baricuatro, instó a los habitantes, a través de un mensaje en vivo en su cuenta oficial de Facebook, a mantener la calma y trasladarse a áreas abiertas, evitando permanecer cerca de muros o estructuras en riesgo de derrumbe. También pidió a la ciudadanía estar alerta ante posibles réplicas.
Un país en constante riesgo sísmico
Filipinas es considerado uno de los países más propensos a desastres naturales en el mundo. Su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico —una zona donde convergen varias placas tectónicas— lo expone con frecuencia a terremotos y erupciones volcánicas. Además, el archipiélago enfrenta cada año alrededor de 20 tifones y tormentas que complican aún más su situación de vulnerabilidad.
Por ahora, las autoridades continúan con los esfuerzos de rescate y atención a las víctimas, mientras la cifra de fallecidos podría aumentar en las próximas horas conforme avancen las labores en las zonas afectadas.
Fuente: The Guardian