Venezolanos enviados por EU a prisión de Bukele denuncian torturas y violaciones
Ciudad de México. - La organización Human Rights Watch (HRW) reveló este miércoles que migrantes venezolanos enviados por la Administración de Donald Trump al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, denunciaron haber sido víctimas de torturas, violaciones y privación de acceso a comida y agua.
La organización presentó un informe elaborado junto con la ONG Cristosal, con sede en Guatemala, en el que documentaron que los 252 migrantes venezolanos enviados a la prisión de máxima seguridad fueron víctimas de torturas, violaciones y privación de acceso a comida y agua, de acuerdo con los testimonios de un centenar de familiares y cerca de cincuenta expresos.
“Lo que descubrimos es que estos venezolanos sufrieron torturas sistemáticas durante los casi cuatro meses que estuvieron en el centro. Día tras día eran golpeados por los guardias, los golpeaban por hablar en voz alta, los golpeaban por todo, lo que nos llevó a la conclusión de que no se trataba de casos aislados, sino que era algo sistemático”, aseguró Juanita Goebertus, directora de la división de América de HRW, durante la presentación en Washington del informe ‘Llegaron al infierno’.
Deportados tras acusaciones de terrorismo
Los migrantes fueron enviados al Cecot entre marzo y abril, luego de que la Administración de Trump los acusara de terrorismo, y el 18 de julio fueron repatriados a Venezuela como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros entre Estados Unidos, Venezuela y El Salvador.
El documento es, según HRW y Cristosal, la publicación más completa hasta la fecha sobre el maltrato al que estuvieron sometidas estas personas mientras permanecieron detenidas en El Salvador.
Casos de violencia sexual y condiciones inhumanas
HRW documentó “al menos tres casos de violencia sexual por parte de los guardias contra los migrantes venezolanos”, así como “abusos verbales y psicológicos muy graves”.
Los testimonios indicaron que no tenían acceso adecuado a agua potable, comida ni atención médica.
“El agua que utilizaban para beber y para cocinar era amarilla y a veces estaba caliente”, explicó la directora.
Además, cuatro de los entrevistados aseguraron haber tenido pensamientos suicidas y uno de ellos intentó quitarse la vida en el centro.
El documento acusa a Estados Unidos de ser “cómplice” de este patrón de violencia contra los venezolanos y revela, en contra de lo que argumenta la Casa Blanca, que estas personas no eran terroristas ni criminales.
“En este grupo de hombres no hay terroristas. Hay hombres que huyen de la violencia de las bandas y la dictadura en Venezuela, que luego fueron expulsados y suspendidos de sus derechos en El Salvador dentro de una prisión para terroristas”, afirmó Noah Bullock, director ejecutivo de Cristosal.
Según el informe, la expulsión forzosa a la que fueron sometidos los migrantes constituye “una desaparición forzada, que es un delito internacional en el que tanto Estados Unidos como El Salvador son cómplices”.
“El actual Departamento de Justicia no va a ser el encargado de llevar a cabo una investigación justa y transparente, pero llegará un momento en el que habrá que investigar y responsabilizar a los culpables de este acto tan grave de complicidad de Estados Unidos en la tortura sistemática”, señaló Goebertus.
“En algún momento tendrá que haber una investigación, y nosotros y otras organizaciones estamos recopilando pruebas para cuando llegue ese momento”, agregó.
Desde HRW instaron al resto de los países a levantar la voz y denunciar los actos que se están cometiendo en el Cecot.
Con información de EFE
