Reportan triple desaparición en bar de Lindavista bajo extrañas circunstancias

Por Joan M. Contreras

Ciudad de México, 2 de diciembre. -  El 29 de noviembre de este año, tres jóvenes empleados de la cadena Sanborns fueron a tomar unos tragos a la “Cervecería La 22”, en calles de la colonia Lindavista.

Ese fue el último día que familiares y amigos tuvieron noticias de Ángel Gerardo Ramírez Chaufón (vendedor), Jesús Armando Reyes Escobar (bodeguero), y León Báez Martínez (chofer de la zona), todos ellos entre 20 y 35 años de edad.

Los jóvenes se conocían entre sí,  los tres eran empleados de la cadena Sanborns, y el pasado viernes 29 de noviembre, acudieron a una marisquería y bar conocida como “Cervecería La 22”, ubicada en el número 192 de la avenida Montevideo, entre Curazao y Riobamba, lugar común de encuentro entre quienes laboran en las cercanías.

Los hechos

La familia de Ángel Ramírez, unos de los desaparecidos, relata que salió de trabajar alrededor de las 19:00 horas de Sanborns Parque Lindavista con compañero rumbo al mencionado bar, en donde estuvieron por cerca de dos horas.  A las 21:30, Ramírez acompañó a su compañero a la estación del Metrobús Riobamba, la cual se encuentra justo enfrente del establecimiento, en este punto y de acuerdo con el testimonio de su colega, Ramírez señaló que regresaría a la cervecería. Esta sería la última vez que habría sido visto con vida.

El sábado por la tarde, familiares de Ángel recibieron información de que otros dos jóvenes habían desaparecido en el mismo lugar, el mismo día, y aproximadamente a la misma hora, y que ambos eran colegas de Sanborns Parque Lindavista.

En entrevista exclusiva, una empleada de Sanborns Parque Lindavista relata que Ángel y Jesús quedaron de regresar por sus respectivas parejas a su lugar de trabajo, pero que jamás volvieron.

Vagos indicios

Respecto a las desapariciones, se ha interpuesto una denuncia por cada caso; familiares y compañeros ya han comenzado una búsqueda independiente en hospitales, delegaciones, e incluso en “el torito”, y la pista más prometedora es una grabación parcial de menos de tres minutos de las cámaras del bar, en la que se logra ver a dos de los jóvenes, aunque empleados del establecimiento no permitieron copiar la cinta, argumentando que se necesitaba autorización del dueño para eso.