Con el fin de año llegan no solo el aguinaldo y las últimas quincenas de diciembre, sino también las celebraciones de Nochebuena y Navidad, que conlleva el dar y recibir regalos. A estos gastos se suma la celebración del Fin de Año, lo que genera una acumulación de erogaciones. Este escenario financiero puede llevar a un bajón económico conocido como la cuesta de enero
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