Este es el titiritero que mantiene viva la tradición de las marionetas en México

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Por Édgar Ávila

Veracruz.- Los títeres, de diferentes edades y rostros, rodean cada espacio de un mexicano con alma de niño llamado Lorenzo Portillo Armendáriz, quien mantiene viva la tradición de las marionetas este Día Mundial del Teatro.

En barrios populares, parques, canchas deportivas y en espacios teatrales de Veracruz, donde reside, y en otras regiones del país y de Centroamérica, Lorenzo y sus docenas de marionetas construyen historias para la niñez y sus padres.

“Nos parece importantísimo que el teatro con títeres encuentre cómo llegar no solo en las salas de teatro, sino que regrese a lo popular, a las plazas, a los espacios donde están los púbicos y los públicos sean invitados a participar”, afirmó el titiritero en entrevista con EFE.

El artista estudió en la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana, donde aprendió al lado del argentino Carlos Converso, uno de los titiriteros y referentes más importantes en México.

Desde entonces entrega su alma y cuerpo al teatro de títeres infantil.

LA LUCHA POR EL ARTE

La historia de Lorenzo refleja el esfuerzo por mantener vivo el teatro en México, donde solo cerca del 12% asiste al menos una vez al año a alguna obra, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por lo que es la actividad cultural con menor asistencia.

“Cada vez más hay una sociedad que responde a una tecnología muy abrumadora y de inmediatez, las infancias tienen en un clic un acceso tremendo a las tecnologías, entonces lo que nos gusta del teatro de títeres es que alude a la sencillez y permite que el público encuentre esta forma de saber estar y escuchar”, comentó Lorenzo.

Con sus marionetas de hilo, guiñol, cachiporra y mojigangas, creó, junto con David Estrada, el Grupo Merequetengue, una agrupación de teatro y producciones escénicas.

También fundó el centro cultural El Rincón de Los Títeres, primer teatro en México para marionetas edificado con recursos públicos locales, sociedad civil y un grupo de artistas independientes.

“El teatro de títeres y las artes en general les permiten pausas (a los niños), estos silencios, saber escuchar y contar historias”, subrayó.

 UNA VIDA DEDICADA AL ARTE

Lorenzo suma 23 años con el Grupo Merequetengue y cuenta con más de 28 puestas en escena.

Al tratarse de un grupo de repertorio, conserva en baúles repletos de títeres de madera, hilos, barra, guante o guiñol, hule espuma, tela, papel maché y de fibras naturales, sin que alguno de ellos se repita.

“Le apostamos mucho a los festivales”, dice Portilla, quien, junto con sus compañeros de teatro, es organizador de una docena de ellos, como el Hay Títeres, Movimiento al mundo, El títere y las artes escénicas y Maratón de Títeres Festival.

El teatro El Rincón de Los Títeres se ha convertido en un referente de la ciudad de Xalapa, la capital de Veracruz, donde sus colores llamativos, sus murales infantiles y, sobre todo, las obras, llaman a cientos de niños y niñas a adentrarse a un mundo mágico.

“El rincón respira a creatividad, a ser posibles los sueños y también a mucho esfuerzo y trabajo colectivo, es un sitio que reúne a las familias y contribuye un poco a la cultura de la paz”, expuso.

Aquel joven que desde su educación intermedia era voluntario en el teatro infantil, hoy tiene su hogar en El Rincón de Los Títeres, un espacio donde encuentra armonía y libertad.

“Donde las personas que lo habitamos todos los días, podamos tener esa posibilidad de crear, pero también aquellos que vienen a visitarnos sientan un espacio seguro, que aquí estarán resguardados sus sueños”, concluyó.

IMCM