Los últimos años han sido convulsos para el mundo entero, y para todos los sectores. La llegada de la pandemia hizo que el mundo se detuviera y que todos tuviéramos que adaptarnos a un ámbito inusual, que tuviéramos que aprender a sacar más partido de las soluciones digitales para nuestro día a día. Tuvimos que aprovechar la tecnología como nunca, sembrando un precedente que parecía que iba a cambiar la sociedad para siempre.
Y han habido cambios, pero quizá no tantos como se pensaba. Uno de los campos que más lo ha notado es el de la educación online. En México, el salto que se dio en este terreno durante los años pandémicos fue enorme. Hasta tal punto que parecía que nunca volvería a ser como antes. ¿Es así? ¿Cómo está el panorama de la educación online en México actualmente?
La educación online se ha calmado en México
Las cifras sobre educación en línea de 2021 eran realmente llamativas. Durante ese año, el 85% de los habitantes de México estudiaban solamente a través de internet debido a los peligros de la pandemia. El porcentaje restante se repartía entre un 10% de estudiantes en modalidad mixta y solo un 5% en modalidad presencial. Lo cierto es que eran números imponentes, sobre todo si se comparaban con el estado de la educación por internet antes de que todo cambiara.
Los números previos a la pandemia indicaban que un 60% de los estudiantes se formaban de manera presencial y un 11% de manera mixta. Mientras tanto, el porcentaje restante apostaba por la educación en línea. Eran los pioneros, los primeros que dieron el salto a una modalidad que se volvería esencial años más tarde y que siguen sacando partido de las nuevas tecnologías para crecer tanto profesional como académicamente.
¿Qué ha pasado en 2022? Que la situación es mejor que en los tiempos previos a la pandemia, pero no mucho. Gran parte de la población ha vuelto a la formación presencial como antiguamente, sobre todo porque centros como escuelas, institutos y universidades han vuelto a impartir clases con total normalidad. No obstante, sí que hay más conciencia sobre la presencia de cursos online y demás formaciones en línea que son igual o más válidas que las formaciones presenciales y/o mixtas que se tienen en determinados centros.
A eso hay que añadir que el número de mexicanos con acceso a internet ha crecido enormemente, y eso hace que por supuesto haya más interés por estudiar desde casa, o desde cualquier parte. De cara a 2025, se prevé que la cobertura total de internet sea del 88% de la población de México, y eso traerá consigo un crecimiento de la educación a través de internet. Puede que el número haya bajado con respecto a los datos de 2021, pero es un pequeño reinicio con una tendencia al alza que se acerca a la que se observa globalmente. El mundo confía más que nunca en las bondades de estudiar online.
Un modelo mucho más ventajoso
Que la educación online se esté asentando en todo el mundo no es nada sorprendente. Esta forma de estudio ha demostrado poseer unas ventajas imposibles de igualar a través de la formación tradicional. Para empezar, solo hay que pensar en cómo brinda acceso a toda clase de titulaciones e incluso estudios de cualquier disciplina sin problemas de ubicación. No importa de dónde sea el centro ya que, si ofrece formación online, podrá acceder a él cualquier persona sin importar dónde esté.
Eso abre un abanico de posibilidades inmenso, que ya no solo gana por variedad, sino por calidad. Los cursos que se estudian por internet pueden probar enfoques distintos y mucho más prácticos, las clases pueden ser más dinámicas al poder utilizar recursos multimedia, herramientas virtuales e incluso simuladores que permitan ver de forma más real y precisa lo que se aborda con la teoría. Cosas que con el modelo presencial tradicional serían totalmente impensables.
Además, cabe añadir que la mayoría de las opciones de educación online suelen facilitar horarios flexibles, lo que hace que sean compatibles con las jornadas de trabajo de las personas. Dan calendarios con plazos más amplios para las entregas y exámenes, facilitando que los estudiantes puedan avanzar cuando puedan y como puedan, sin tener que preocuparse por horarios ajustados o plazos cortos. Algo muy positivo para quienes trabajan, o para quienes están estudiando algo más.
Esa flexibilidad, pero sobre todo, esa accesibilidad, es lo que hace que el estudio online vaya cogiendo tanta fuerza. Es una evolución natural para la enseñanza, una que permite afianzar mejor los conocimientos, facilitar las cosas a los estudiantes y, por supuesto, contar con profesionales mucho más preparados y con un mayor abanico de conocimientos. Es el paso natural a dar y, tarde o temprano, tanto México como el resto del mundo lo abrazarán por completo.
