¿Feminismo o marxismo? ¿Cuál es el mejor enfoque para lograr la igualdad de género?

Por Aarón Cruz Soto

Ciudad de México.- El feminismo y el marxismo son dos enfoques que comparten el objetivo de lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, tienen estrategias distintas.

El feminismo se centra en la lucha contra la discriminación y la opresión que las mujeres han sufrido históricamente en diferentes ámbitos de la sociedad. El feminismo aboga por la eliminación de las barreras que impiden el acceso igualitario de las mujeres a la educación, el trabajo, la participación política y el ejercicio de sus derechos reproductivos y sexuales.

Por otro lado, el marxismo se enfoca en la lucha por la abolición del sistema capitalista y la construcción de una sociedad socialista. La lucha de las mujeres marxistas es por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres dentro del contexto más amplio de la lucha por la liberación de los trabajadores y la construcción de una sociedad socialista.

Las trabajadoras marxistas critican a algunos sectores del feminismo por centrarse únicamente en la igualdad de género y descuidar la lucha contra la explotación de clase. Consideran que algunas corrientes feministas han perdido de vista la conexión entre la opresión de género y la explotación capitalista.

El objetivo final de la lucha de las mujeres comunistas es la liberación de todas las personas de la explotación y la opresión, incluyendo la opresión de género.

Mientras que el feminismo se basa específicamente en la lucha contra la opresión de las mujeres y busca la igualdad de género dentro del sistema capitalista, la lucha de las mujeres comunistas se enfoca en la lucha contra la opresión de género dentro del contexto más amplio de la lucha por la liberación de los trabajadores y la construcción de una sociedad socialista.

En general, la crítica que hacen las marxistas al feminismo va encaminada a la necesidad de abordar la lucha por la igualdad de género dentro del marco más amplio de la lucha de clases y la lucha contra el capitalismo.

  • En primer lugar, las marxistas argumentan que el feminismo liberal, que se centra en la igualdad formal de derechos entre hombres y mujeres, no es suficiente para abordar la opresión de género en profundidad. El feminismo liberal tiende a ignorar las desigualdades económicas y de clase que afectan a las mujeres, así como el papel que desempeña el capitalismo en perpetuar la opresión de género.

 

  • En segundo lugar, las marxistas critican el feminismo radical por centrarse en la lucha contra la opresión de género como algo independiente de la lucha de clases. Argumentan que, aunque la lucha contra la opresión de género es importante, no puede separarse de la lucha por la liberación de la clase trabajadora. Las marxistas argumentan que la opresión de género es una parte integral del sistema capitalista y que solo puede ser abordada efectivamente a través de una lucha más amplia por la justicia social y la igualdad económica.

 

  • En tercer lugar, las marxistas critican el feminismo posmoderno por su énfasis en la identidad individual y la subjetividad en lugar de las estructuras sociales más amplias que perpetúan la opresión de género. Argumentan que el feminismo posmoderno a menudo ignora las desigualdades económicas y de clase que afectan a las mujeres, y que su enfoque en la diversidad y la diferencia puede debilitar la lucha colectiva contra la opresión de género.

Las marxistas argumentan que la lucha de las mujeres, debe integrarse en una lucha más amplia contra el capitalismo y las desigualdades económicas y de clase si se quiere abordar efectivamente la opresión de género.

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