El cometa 3I/ATLAS sorprende al mundo: ¿mensaje del espacio o simple fenómeno cósmico?
El cometa 3I/ATLAS, el tercer visitante interestelar que cruza nuestro sistema solar, está rompiendo las reglas de lo que creíamos saber sobre estos objetos... y algunos científicos ya se preguntan si podría esconder algo más.
Descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS (sí, el mismo que busca asteroides que podrían chocar con la Tierra), este cometa se ha convertido en la nueva obsesión de la astronomía.
¿Por qué? Porque es el más grande que hemos visto venir de fuera del sistema solar —mide entre 5 y 11 km de ancho— y está haciendo cosas que ni los expertos logran explicar del todo.
Una “cola al revés” que desafía las leyes del espacio
La primera rareza llegó cuando los telescopios captaron una anticola, o sea, una especie de “cola invertida” que apuntaba directo hacia el Sol.
¿Un error visual? No exactamente. Según el astrofísico Avi Loeb, esta orientación parece ser real, algo que solo se había visto en contadas ocasiones desde 1974.
La comunidad científica está dividida: algunos dicen que es un efecto óptico, otros creen que se trata de una estructura física real, y los más atrevidos han insinuado que podría tratarse de una especie de empuje artificial…
¿Podría ser una nave interestelar camuflada como cometa?
De anticola a cola normal: el cambio que nadie esperaba
En septiembre, los astrónomos notaron algo aún más loco: la anticola desapareció y el cometa empezó a comportarse “normal”, mostrando una cola tradicional que apunta en dirección contraria al Sol.
Este cambio repentino hizo que el equipo del telescopio James Webb pusiera el ojo (y los sensores) sobre él. Los primeros datos apuntan a que el dióxido de carbono es el combustible principal del espectáculo: cuando el Sol lo calienta, el cometa literalmente exhala gas y polvo a presión, creando esa impresionante estela brillante.
3I/ATLAS se está desintegrando
Mientras se acerca a su punto más cercano al Sol —el 29 de octubre—, los astrónomos calculan que ya perdió alrededor de 2 millones de toneladas de masa.
Pero su paso servirá para estudiar cómo se comportan los materiales “primitivos” del espacio interestelar, los que existían antes incluso de que naciera nuestro Sol.
¿Y si no es un cometa normal?
Claro, cada vez que aparece un visitante del espacio profundo, Avi Loeb revive el debate: ¿y si no es natural?
El mismo astrofísico que puso en duda el origen de ‘Oumuamua ahora sugiere que el cambio de dirección de la cola podría ser una “tecnosignatura”, o sea, evidencia de tecnología alienígena.
Otros científicos, más escépticos, aseguran que no hay nada de raro: solo física, polvo y dióxido de carbono haciendo su magia cósmica.
Próximas fechas clave
- 29 de octubre: se acercará al Sol (perihelio).
- Noviembre a diciembre: será visible de nuevo desde la Tierra.
- 2026: podríamos tener las mejores imágenes desde Marte y el telescopio James Webb.
En resumen
El cometa 3I/ATLAS podría ser solo otro trozo de roca y hielo interestelar… o una pista más de que el universo todavía guarda secretos que ni imaginamos.
Por ahora, los telescopios seguirán apuntando al cielo. Y nosotros también.
