El enigma de los jabalíes radiactivos de Chernóbil

Chernóbil.- Casi cuatro décadas después del desastre en la central nuclear de Prypiat, los efectos de la radiación continúan siendo objeto de estudio. Sin embargo, uno de los fenómenos más desconcertantes ha sido la sorprendente radiactividad de los jabalíes que habitan la zona de Chernóbil. Aunque el accidente de 1986 en la planta nuclear parece el culpable obvio, la realidad es más compleja y está ligada a eventos anteriores.

Un reciente estudio publicado en Environmental Science & Technology arroja luz sobre la razón por la que los jabalíes presentan niveles de radiación tan altos, a diferencia de otras especies que también viven en la zona contaminada. Los investigadores han descubierto que no es únicamente el desastre de Chernóbil el responsable de esta radiación, sino que gran parte del problema proviene de pruebas nucleares realizadas mucho antes.

El misterio del cesio-137 y los jabalíes radiactivos

Para entender la radiactividad de los jabalíes, es crucial conocer el papel del isótopo cesio-137, uno de los contaminantes más peligrosos liberados en el accidente de Chernóbil. Este isótopo tiene una semidesintegración de 30 años, lo que significa que su presencia debería reducirse notablemente con el tiempo. En teoría, esto implicaría que la radiación en los animales de la zona debería haber disminuido, pero no ha sido así en el caso de los jabalíes.

Los científicos han bautizado este fenómeno como la "paradoja del jabalí salvaje", ya que estos animales siguen mostrando niveles de radiactividad alarmantemente altos, a pesar de que las condiciones ambientales deberían haber reducido la cantidad de cesio-137.

El otro isótopo oculto: el cesio-135

Parte de la explicación se encuentra en otro isótopo menos conocido: el cesio-135, que tiene un período de semidesintegración mucho más largo que el cesio-137. Este isótopo, que se ha filtrado profundamente en el suelo con el tiempo, proviene en gran medida de las pruebas nucleares llevadas a cabo durante la Guerra Fría. De hecho, se estima que solo el 68% de la radiación en los jabalíes proviene de Chernóbil, mientras que el resto se remonta a estas pruebas nucleares.

El cesio radiactivo que quedó atrapado en el subsuelo afecta directamente la alimentación de los jabalíes. Estos animales se nutren de trufas subterráneas del género Elaphomyces, que crecen a profundidades de entre 20 y 40 centímetros, justo en las capas donde se ha concentrado la radiación.

Un futuro incierto para los jabalíes y la radiación en Europa

Los datos sugieren que la situación no cambiará a corto plazo. La radiactividad en los jabalíes no parece estar disminuyendo y, de hecho, ha hecho que muchos cazadores eviten capturarlos, lo que podría resultar en un crecimiento descontrolado de su población en Europa central.

A medida que los jabalíes expanden su territorio, es posible que los niveles de radiación disminuyan en las próximas generaciones, pero este proceso llevará tiempo. Mientras tanto, estos animales seguirán siendo un recordatorio viviente de los efectos a largo plazo de la contaminación radiactiva, no solo de Chernóbil, sino también de las pruebas nucleares de antaño.