¡Es oficial! Carnitas son consideradas como el Rey de los Platillos por Taste Atlas
Todos lo sabíamos, pero Taste Atlas acaba de hacerlo oficial: Las carnitas, orgullo de Michoacán y de México, son consideradas como el mejor platillo preparado con carne de cerdo de todo el mundo.
La gastronomía mexicana vuelve a sacar la casta, pues en esta ocasión, los platillos mexicanos dominaron el top de las mejores recetas que incluyen carne de porcino, con dos elementos entre los primeros diez de la lista y tres en total de cincuenta.
El primer puesto de los primeros cinco está ocupado, por supuesto, por las carnitas, en el segundo, el pernil puertorriqueño, en el tercer puesto, la yucateca cochinita pibil. Le sigue un platillo chino de nombre siu yuk y otro colombiano llamado lechona.
Acá te dejamos la lista completa:
All about the best pork dishes in the world: https://t.co/7q4KMNMZSP pic.twitter.com/WoX8Vbr8ba
— TasteAtlas (@TasteAtlas) May 11, 2023
¿Qué son las carnitas?
Las carnitas son, sencillamente, carne de puerco frita en su propia grasa en una cazuela de cobre y aderezada con un sinfín de recetas familiares que se han mantenido vigentes durante muchos años. Sin embargo, a pesar de ser un platillo relativamente simple, es esto mismo lo que parece hacerlo perfecto.
Las carnitas pueden ser de carne magra, es decir, maciza, de pellejo, mejor conocido como cuero, la lujosa costilla, buche, el democrático surtido y hasta tripas. Se suelen servir en un taco con salsa muy picante y un refresco, preferentemente, un Boing de mango.
Muy a pesar de aquellos odiadores de todo lo español, sin la llegada de los ibéricos, las carnitas sencillamente no existirían, pues el marrano es una de las tantas aportaciones europeas a la gastronomía mestiza mexicana.
La tradición sitúa el primer banquete y origen de las carnitas por allá de 1521, una vez derrotado el Imperio Azteca. De acuerdo con la leyenda, Hernán Cortés, mandó freír los pocos cochinos que traían consigo. Sin embargo, al no contar con pan, agregaron tortillas de maíz al festín. ¿El resultado? Las amadas carnitas que hoy todos disfrutamos.
