La historia de los asesinos y caníbales Sawney Bean y su familia es una leyenda escocesa que ha causado terror durante siglos. Según esta historia, Sawney Bean y su esposa, "Black" Agnes Douglas, vivieron durante 25 años en una cueva en la costa suroeste de Escocia, donde asesinaron a más de 1.000 personas para alimentarse.
El clan de Sawney Bean no solo se dedicaba a robar a los viajeros que pasaban por su camino, sino que también los mataban y se comían sus restos. Esta historia macabra ha inspirado películas de terror y ha sido contada una y otra vez a través de los años.
Sawney Bean nació en el siglo XVI en una familia honrada y trabajadora. Sin embargo, decidió cambiar su trabajo de curtidor por un viaje a través del país con su nueva compañera, "Black" Agnes Douglas. Juntos se establecieron en una cueva conocida como Bennane Cave, donde vivieron aislados del mundo durante más de dos décadas.
La cueva era pequeña pero contaba con una red de túneles que les permitía tener suficiente espacio para llevar a cabo sus terribles prácticas y para formar una familia endogámica. Sawney Bean y Agnes Douglas tuvieron 14 hijos, ocho varones y seis mujeres, y la familia creció con 18 nietos y 14 nietas.
La familia Bean se dedicaba a matar a las personas que encontraban en el camino y luego se comían sus restos. Incluso encurtían la carne sobrante para conservarla. Pero no todas las partes del cuerpo eran utilizadas, algunas eran arrojadas por los acantilados.
La gente de los pueblos cercanos empezó a echar de menos a varios seres queridos y algunos de ellos llegaban a la orilla sin saber lo que les había ocurrido. Se solía culpar a los propietarios de las posadas de la desaparición de estas personas y muchos abandonaron las ciudades acusados de asesinato. Nadie sospechaba que detrás de las desapariciones estaba el clan Bean.
La pareja que escapó del ataque del clan fue clave en la detención del grupo. El hombre notificó a otros la ubicación de la cueva y se inició una investigación que llevó a la detención del clan.
El rey Jacobo VI de Escocia, junto con 400 soldados y sabuesos, encontraron la cueva y detuvieron al clan. Las pruebas encontradas en la cueva bastaron para que el clan fuera ejecutado sin juicio.
Aunque algunos historiadores creen que la leyenda del clan Bean era propaganda antijacobita, esta historia sigue siendo una de las más truculentas y terroríficas en la historia escocesa. La historia de Sawney Bean y su clan sigue siendo contada y estudiada hoy en día, como un recordatorio de los horrores que pueden ocurrir cuando el aislamiento y la locura se combinan.
