Recuperación económica en las familias a través del crédito

El crédito se ha convertido en el gran aliado de las familias. Las subidas que están sufriéndose a nivel suministros básicos a las puertas del invierno hacen que, cualquier imprevisto, acabe poniendo en jaque la economía familiar.


Las familias mexicanas necesitan un buen respaldo crediticio y, muchas de ellas, optan por las tarjetas de crédito como salida para poder ir sorteando los gastos periódicos que van llegando.

“Una tarjeta de crédito te permite obtener dinero, que no se encuentra en tu cuenta bancaria, es decir, que no es parte de tus ingresos, pero que podrás utilizar y devolver posteriormente. Con las tarjetas de crédito podrás realizar tus compras hasta el límite de dinero que hayas fijado con la entidad bancaria, aunque no cuentes con fondos en tu cuenta. Puedes decidir si pagar toda la cantidad a final de mes o devolverla a plazos con un interés” explican desde LoanScouter.

Basta echar un vistazo al número de cuentas con tarjeta de crédito en el país para ver que es una de las herramientas financieras con mejor acogida entre la sociedad.

Solo durante el presente 2021, las cuentas mexicanas vinculadas con tarjetas de crédito superan los 17 millones. Una cifra nada desechable si se tiene en cuenta que, a estas, se suman las de débito u otro tipo de tarjetas y que supondrían, en total, más de 62.5 millones de cuentas.

Lo cierto es que, pese a los indicadores, las tarjetas de crédito están en pleno auge y ya representan casi el 30% de las compras que se realizan en territorio mexicano, lo que lleva a pensar en que durante los próximos años seguirá incrementándose su uso dada la facilidad para poder luego ir agendando los pagos sin complicar las cuentas en cada casa.

A los establecimientos habituales, donde cada vez se mueve menos efectivo para dar paso al pago virtual, se suma otro gran condicionante: las compras online.

En este sentido, disponer de una tarjeta de crédito puede ser clave para poder adquirir e incluso importar algunos bienes desde fuera del país en caso de que las condiciones fueran más favorables.

“Lo cierto es que disponer de una tarjeta da una libertad económica global. Con ella se puede pagar en cualquier sitio, país o establecimiento online. No limita a un tipo de moneda y, ni siquiera, como se mencionaba, es necesario disponer del total. Las entidades bancarias y financieras cada vez permiten hacer un reembolso casi a la carta, lo que garantiza que el usuario puede hacer frente, en cada momento, a la deuda contraída” explican algunos economistas.

La recuperación económica en el país después del duro golpe del año 2020 parece más realidad que nunca, pero para ello las familias necesitan tener capacidad de gasto y, vía tarjeta de crédito, pueden conseguir poner en marcha la adquisición de ciertos productos que sirvan para poner en movimiento la economía y proyectos personales. Las cifras no mienten y el consumo sigue creciendo, en el tercer trimestre, por encima del 5%.