Durante este miércoles, Rubén Ramírez Cárdenas, mexicano que se encontraba recluido en una prisión de un condado de Texas, en Estados Unidos, y quien era oriundo del estado de Guanajuato, se convirtió en el décimo primer connacional en ser ejecutado en Unión Americana
El mexicano recibió la inyección letal en la Cámara de Ejecución en Huntsville. Su ejecución estaba programada para las 18:00 horas, pero se pospuso para las 22:00, debido a que se esperaba una intervención de última hora de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos o del gobernador de Texas, Gregg Abbott, misma que no ocurrió.
Minutos antes de que Ramírez fuera sometido a la jeringuilla, expresó que fue injusta esta sentencia, pero que buscaría hacer justicia.
“No puedo ni quiero disculparme por un crimen que cometió otro, pero volveré por justicia, pueden contar con ello”, sentenció el mexicano a través de un carta.
Cárdenas fue declarado muerto a las 22:26 horas locales, tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville, Texas.
HOMICIDIO
Ramírez Cárdenas fue condenado a la pena máxima permitida en dicho estado por la violación y homicidio de su prima hermana Mayra Azucena Laguna, el 22 de febrero de 1997.
