Crouser vuela el peso hasta los 23.30 metros y se corona en impulso de bala

Foto: EFE

TOKIO.- El estadounidense Ryan Crouser regaló a los aficionados un vuelo majestuoso de la bola de 7.26 kilos hasta alcanzar los 23.30 metros en el tiro que cerró la mejor final olímpica de la historia, en una mañana que coronó al portugués Pedro Pablo Pichardo en triple y al jamaicano Hansle Parchment en 110 m vallas.

Crouser volvió a ser el mejor de un concurso que exigió superar los 22 metros para ganar medalla. Como en Río 2016, relegó al segundo puesto a su compañero de equipo Joe Kovacs, que lanzó 22.65, y el bronce fue para el australiano Tomas Walsh con 22.47.

La final de los Mundiales de Doha 2019 ya vivió otro duelo espectacular entre Crouser y Joe Kovacs, que terminó ganando éste último por un solo centímetro, con 22.91.

Desde entonces Crouser se adueñó de la disciplina hasta el punto de elevar, este mismo año, el récord del mundo a 23.37 metros en los campeonatos estadounidenses de Eugene.

Crouser abrió concurso batiendo su propio récord olímpico con 22.83 (tenía 22.52 de Río), y la réplica de Kovacs, con 22.19, casi condenaba ya a los demás a batirse por el bronce. Pero los dos mejoraron. Crouser dejó su firma en la despedida y Kovacs logró su mejor marca en la cuarta ronda, en tanto que Walsh también se superó en el último.

JLR