Issac Paredes el segundo mexicano en lograr 30 cuadrangulares en una temporada de MLB

Tampa Bay.- Con un cuadrangular en la séptima entrada en el duelo contra los Blue Jays de Toronto, Issac Paredes, tercera base de los Tampa Bay Rays, igualó la hazaña que solamente ostentaba Vinicio Castilla de ser el pelotero mexicano en lograr al menos 30 jonrones en una temporada de Grandes Ligas.

El oriundo de Hermosillo, Sonora, pegó un toletazo para volarse la barda del Tropicana Field y acercar en la “fatídica” a los de Tampa 6-5, pero que a la postre no pudieron remontar al caer 9-5 ante Toronto.

Precisamente ayer, Paredes habló sobre su actual momento en la MLB y aseveró que su cuarto año en las Grandes Ligas, ya se empieza a sentir como un bateador que pertenece al mejor beisbol del mundo.

“Me di más cuenta este año que ya pertenezco a las Grandes Ligas. Cuando debuté con Detroit en 2020 tenía presión por jugar, pero este año me dieron más oportunidad en Tampa y estoy seguro de ser uno de los mejores bateadores de Las Mayores”, afirmó en una rueda de prensa.

Paredes, de 24 años, vive su mejor campaña en la Gran Carpa, con 30 cuadrangulares con siete partidos restantes en la temporada regular.

Antes de eso, su mejor cifra fueron 20 jonrones el año pasado, su primero en los Rays, que en 2023 están en el segundo lugar de la división este de la Liga Americana, clasificados a la postemporada.

“Este año hice ajustes en mi bateo. Estudié mucho a los lanzadores y escuché las opiniones de mis compañeros y coaches. Ahora conozco más mi fuerza”, explicó ayer.

Entre los compañeros a los que les ha pedido consejos es a su compatriota Randy Arozarena, junto al cual representó a México en el Clásico Mundial pasado.

“Randy me ha ayudado a disfrutar el béisbol. Él nunca tiene presión a la hora de jugar. También me enseña algo de bateo, tiene más experiencia que yo”.

Paredes afirmó que el secreto para que Tampa Bay tenga mejor temporada en su división que los Boston Red Sox o los New York Yankees, es la armonía del club house.

“En el club house todo el mundo se ríe y en el dugout todos se llevan con todos. En el equipo no hay muchas estrellas es más el conjunto y cuando hay que trabajar para conseguir los objetivos todos lo hacen.