Por Alejandro Ávila Peña
Ciudad de México. - El boricua, Benito Antonio, ha destronado a la reina del pop actual Taylor Swift, y vuelve a ocupar el trono como el artista más escuchado este 2025, de acuerdo a datos de Spotify, quien esta mañana ha publicado su wrapped anual.
Bad Bunny destrona a Taylor Swift
Bad Bunny nunca dejo de aparecer en el top 5 anual del Wrapped de Spotify, pero, lo cierto es que en esos años quien había ocupado el puesto número 1 como la artista más escuchada, era la estrella pop, Taylor Swift.
El puertorriqueño este año se ha consolidado como el artista más grande del año; tiene en puerta un medio tiempo del Super Bowl; es el latino más nominado a los Grammy y ahora, logra destacar por ser el artista que fue más escuchado.
Esta coronación que ha logrado Benito, se debe gracias a que su más reciente álbum ‘Debí Tirar Más Fotos’, el cual se enmarca como el álbum más escuchado en la plataforma; además, el boricua ha logrado cosechar un total de 20.000 millones de reproducciones en la plataforma, una cifra descomunal considerando que la aplicación de música consta con un aproximado de 700 millones de usuarios.
La canción homónima de la obra, ‘DtMfT’ logra entrar como una de las 5 canciones más reproducidas del año, teniendo más de 1.000 millones de reproducciones en la app.
La corona vuelve al rey
Bad Bunny había ostentado el puesto como el artista más reproducido en 3 ocasiones de lo que llevamos de década; Benito poseía la corona del artista más escuchado de 2020 a 2022; los dos años posteriores el trono fue ocupado por Taylor Swift que con su Eras Tour y todo el fenómeno global que aconteció era innegable que no estuviera ahí.
Gracias a la buena recepción del último álbum del boricua, y al impacto mediático que ha tenido en estos meses, es que Bad Bunny se posiciona como la figura más reproducida; a pesar de ello, Taylor Swift se ha logrado mantener en el top 5, quedando como la segunda más escuchada del año, y liderando en territorios como Estados Unidos en ser la más reproducida.
2025 se consagra como el año de Bad Bunny, un año en donde el boricua ha recuperado el trono y se ha posicionado, de nueva cuenta, como el artista más esencial de la industria.
