Vacaciones en casa

Por Aranxa Albarrán Solleiro

“Staycation”: hacer vacaciones quedándose en casa. “Stay” /stā/: quedarse, “vacation” / vāˈ kāSH(ə)n/: vacaciones. Formación de dos palabras del idioma inglés para soportarnos de nuevas teorías y tendencias turísticas que ayuden al sector turístico en un tiempo pandémico fulgurante.

El uso del término ha ido incrementado con el paso del tiempo desde 2020, el cual según el investigador Ernest Cañada, inició a difundirse en medios de comunicación estadounidenses con la finalidad de desarrollar un estilo vacacional en donde las personas permanezcan en casa en lugar de salir de su lugar de origen. Por medio del cual se aluda a la realización de actividades de ocio en casa, o visitas con duración de un día, comúnmente conocidas en la academia de turismo como “excursiones” en destinos cercanos a la residencia.

No obstante, si se considera la definición de turismo instaurado por la Organización Mundial del Turismo, cuya característica principal se centra en el desplazamiento a un lugar diverso del lugar de residencia y por supuesto, pernoctar en él, no se estaría realizando la actividad para la mayoría de expertos en el campo -de un gran porcentaje positivista-, en tanto que el uso de servicios quedaría ausente y por consiguiente, un gasto.

La transformación del sector para evitar elevar el riesgo sanitario subyacente en la población mundial, ha incorporado un imaginario alterno a la práctica turística, en tanto que es posible sentirse turista viajando desde la comodidad hogareña y la movilidad deja de ser necesaria.

La repercusión de esto ante un mundo capitalista, ha estropeado el consumo de masas, razón de la que deviene la finalidad turística a partir de la Segunda Guerra Mundial. Especialmente por el hecho del despojo de un prestigio por medio de demostrar ante grupos sociales “la capacidad de viajar por el mundo”. Como en su momento lo explicó el teórico Bourdieu en su teoría del capital social.

Bajo dicho concepto, los empresarios turísticos y beneficiarios económicos del movimiento de viajeros, han considerado a este tipo de turismo como un “falso turismo” o “fake tourism”.

Si se reflexiona sobre los beneficios de hacer turismo desde casa o lugares cercanos, atribuye al conocimiento cultural y natural con el que se cuenta en el destino, citando a Cañada: “potencia descubrir, promover y estimular las iniciativas turísticas y comerciales locales o por el hecho de disminuir el impacto medioambiental.” Además, se presenta empático a la falta de empleo o precariedad laboral que viven las personas en el presente, puesto que no pagarían cantidades avasalladoras para visitar lugares.

Sin embargo, en cuanto a la parte negativa, consideramos a las personas de escasos recursos sin conexión a internet o sin dispositivos que puedan permitirles un continuo desplazamiento virtual o incluso, la adquisición de dichos materiales para hacerlo.

De la misma manera, los prestadores de servicios se verán afectados por el aumento de ofertas laborales y recortes de personal, dado que sin el recurso humano de viajeros o visitantes, la mayoría de empresas turísticas, no pueden funcionar; así como el incesante detrimento de artesanos y vendedores ambulantes instalados en destinos con turismo de masas, cuyos ingresos son puramente obtenidos de la actividad.

Por ejemplo, Miriam García, quien es propietaria de un restaurante de truchas en Valle de Bravo, no considera opcional el turismo en casa, en tanto que la mayoría de sus comensales provienen de la Ciudad de México y Morelos o incluso países extranjeros como Estados Unidos de América, Canadá, China y Alemania, y por lo menos permanecen más de dos días en el destino, generando ingresos en su negocio.

Sin crear incendios flamígeros en el tema negativo, la capacidad de convertir a un destino pequeño, como lo son los Pueblos Mágicos o sitios rurales, en apropiados para la incentivación turística o incluso la apertura de comunidades virtuales interconectadas para promocionar un destino que ha sido poco sustentado por cuerpos gubernamentales de enfoque turístico u organizaciones privadas, provoca el desencadenamiento de imposiciones perpetradoras en la sociedad.

El “Staytourism” abre una perspectiva de la revalorización de ocio, recreación y turismo con base en oportunidad de proximidad, es decir, propiciar la unión de entidades, de familias, de individuos con su entorno. Más que solo protegerlas del virus.

Confesiones en: Twitter: @aranx_solleiro, Instagram: @arasolleiro y aranxaas94@gmail.com

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