Es un hecho. Las empresas también se pueden ‘enfermar’, en el sentido de que pueden experimentar problemas que afectan su funcionamiento, sostenibilidad y crecimiento. La afección puede manifestarse a través de síntomas como baja productividad, desmotivación del personal, alta rotación de empleados y un clima laboral insalubre y hasta tóxico (Foto: Pixabay)