El delivery no solo sobrevive a la pandemia

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Por David Somoza Mosquera

La pandemia ha ido dejando varias enseñanzas tanto a empresas como a consumidores. Durante los primeros meses de la crisis sanitaria, las compañías tuvieron que profundizar en mecanismos que no solo hicieran que los productos continuaran en la mente, sino también en el interés de sus clientes. De allí que tuvieran que replantear sus estrategias para no perder su participación en el mercado.

Durante el confinamiento por el COVID-19 pedir comida a domicilio se convirtió en una de las prácticas más recurrentes de los consumidores de América Latina. Aquellas compañías que no tenían delivery desarrollaron este servicio, mientras otras se valieron de aplicaciones especializadas para seguir llegando a los compradores.

De hecho, representó uno de los emprendimientos que más se desarrolló el año pasado, principalmente en esta región, donde la cultura del despacho a domicilio no estaba muy establecida en algunos países. Y la sorpresa es que el crecimiento ha sido notable.

En Chile, según estimaciones de Euromonitor International, las ventas de delivery durante el año pasado totalizaron 820 millones de dólares, lo se traduce en un incremento de 69,7% con respecto a 2019. Además, significó un importante salto en términos de participación: este canal pasó de representar 9,4% de las ventas de los restaurantes o locales de comida en 2019, a 23,9% en 2020.

Las proyecciones también son positivas para este año. Statista Digital Market Outlook señaló, según reporta el portal Marketing4ecommerce, que a la región aún le queda bastante que ver del desempeño de las plataformas de reparto de comida. Calculó que los ingresos de los pedidos de comida a domicilio por Internet serán muy beneficiosos para este 2021, incluyendo los hechos directamente al restaurante como los que sean manejados por las plataformas de delivery.

En el caso de México, la firma estima que superaría los 2.100 millones de dólares en el año, lo que lo ubicaría como el segundo mercado de Latinoamérica con la mejor facturación para este servicio. Los pedidos de comida online generarían más de 3.800 millones dólares en Brasil, mientras que Argentina se situaría en el tercer puesto con una cifra de alrededor de 891 millones de dólares.

Al servicio a domicilio tampoco le ha ido mal en Europa. La consultora Kantar asegura que, si bien en España el consumo en restaurantes y similares cayó en más de 35% durante ese tiempo, “no se puede negar que el crecimiento exponencial que ha registrado el delivery durante la pandemia ha ayudado a controlar la caída del sector de la comida”. 

Para la firma es obvio que el delivery es uno de los hábitos que ha llegado para quedarse, al haber captado en España durante el primer confinamiento a más de 2,2 millones de compradores -que se suman a los 11 millones de compradores ya habituales del canal- y haber mantenido fuertes ritmos de crecimiento de forma constante a lo largo de los últimos meses. En la segunda ola creció 85%.

Como se puede ver, tal y como ocurrió con el teletrabajo, el servicio a domicilio se mantendrá por un largo tiempo como una alternativa para los compradores y una fuente de ingreso para las compañías. Por eso, es importante que los negocios no descuiden el delivery, que no solo sobrevive a la pandemia, sino que más bien se fortalece.