Por David Somoza Mosquera
Mucho se ha insistido en que el estrés es uno de los grandes males de la sociedad moderna y en estos meses de pandemia no solo se confirmó, sino que se reafirmó. De hecho, psicólogos señalan que mal manejado ocasiona daños a la salud y a la estabilidad emocional de las personas.
En el ámbito laboral es un factor que impacta negativamente en el rendimiento del personal de las empresas. Sin embargo, no ha sido la crisis sanitaria la que ha provocado ese sentimiento de tensión física o emocional en los trabajadores. El estrés laboral siempre ha estado presente como una de las grandes preocupaciones de los empleados y las compañías.
Tan es así que la Organización Mundial de la Salud se refiere específicamente al tema por los riesgos que reviste. De acuerdo con el organismo, “el estrés laboral es identificado como un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante exigencias profesionales que sobrepasan los conocimientos y habilidades del trabajador para desempeñarse de forma óptima”.
Al respecto, el portal Speakap menciona una encuesta realizada por Paychex. Entre los resultados más relevantes destacan que 70% de los estadounidenses afirmaron que sufren estrés en sus puestos de trabajo y 60% de los empleados reportaron sentirse estresados en el trabajo al menos tres días a la semana.
Ahora, esto no es exclusivo de los trabajadores estadounidenses. El estrés laboral puede presentarse en cualquier empresa del mundo y lo importante es saber manejarlo a tiempo. Esto significa todo un trabajo interno para evitar que los temores, las frustraciones, el miedo, la depresión, la ira, la falta de motivación o cualquier otro sentimiento negativo se apoderen de un empleado, ya que no solo lo afecta a él, sino también a su entorno laboral y personal.
El estrés, además, es uno de los factores que causa mayor ausentismo laboral. Así que es importante el acompañamiento de la compañía en este tipo de situaciones. De esta forma el empleado no se siente solo, sino que eso le sirve para establecer un nexo de confianza con sus líderes y compañeros de labores.
Ciertamente, no todas las personas reaccionan de la misma manera ante circunstancias similares. La empresa, a través de su departamento de Recursos Humanos, puede facilitar herramientas para el adecuado manejo del estrés laboral.
Sin embargo, en este momento el desafío es mayor. La vuelta a las oficinas y centros de trabajo también está generando estrés e impactando en la salud mental de los empleados. Un estudio realizado por Co&Co Training, empresa especializada en coaching, señala que 65% de los trabajadores sufren estrés laboral en este regreso.
Los motivos son varios, pero destaca particularmente uno: la presión por mostrar productividad presencial ante el tiempo que ha realizado su labor desde casa. Esto lleva a los empleados a creer que sus puestos de trabajo peligran por no mostrarse productivos, lo cual puede provocar que canalicen erróneamente los esfuerzos. El resultado: hiperactividad y asumir cargas excesivas de trabajo. Para nada recomendable.
Marisol Nieto, CEO de Co&Co Training, ha dado explicaciones al respecto. “El estrés laboral no solo proviene de las tareas que uno asume y que son más de las que les corresponde, o por un mal ambiente de trabajo. También la necesidad de demostrar y ese nivel de autoexigencia mal entendido puede hacer mella en el trabajador, causando el efecto contrario al que busca. La falta de atención y el descenso de productividad es real en estos casos”.
Así que un abordaje no correcto por parte de la empresa puede desembocar en un trabajador estresado que no es capaz de rendir adecuadamente en sus funciones y con riesgos para su salud mental. Y aquí no hay que perder de vista que de su rendimiento dependen muchas cosas en la compañía, entre ellas, la rentabilidad.
