Entrometido en las calles

Por Mike Volta 

Cuantas veces hemos sabido de terribles historias de la ciudad, robos, asaltos, riñas, homicidios; es la historia cotidiana, y es a veces tan impersonal que nos queda sólo el saber que ocurren historias que pueden resultar poco a poco normales e incluso llegamos a considerar que sería raro que no ocurrieran. 

Todo ello hasta que nos pasa o le pasa a alguien que amamos, esa sensibilidad e indignación se vuelve rabia y enojo cuando le pasa a un semejante conocido; entonces nos indignamos aún más de lo que como sociedad por acción u omisión hemos permitido; no debemos olvidar, como decía una canción, que a veces nos olvidamos que somos los demás de los demás, que tenemos el lomo como todos los demás, es terrible ver como en esta ciudad muere gente diariamente de la forma más cobarde, sólo que algún día será tu amigo, tu familiar, tu hermano... 

Salimos a las calles de esta gran urbe con la bendición de Dios, no sabemos si vamos a regresar, si alguna jugada del destino nos pondrá en medio de una situación que no podremos olvidar o que terminará fulminando nuestro día, nuestra esperanza o nuestra vida. 

Hace poco tocaba el tema de los seguros, pero… ¿cómo asegurarnos de que nada de esto nos ocurra? Es terrible pensar que podemos ser victimados frente a nuestra casa y frente a nuestra familia; de verdad que las autoridades tienen un gran problema enfrente y dudo mucho que se solucione con los deseos de “amor” de nuestro presidente electo. 

Es ya el colmo de que en plena luz del día y de cualquier día puedan ocurrir tragedias como la de ayer en la calle Diez de Bonilla, nada, absolutamente justifica la cobardía de cegar la vida de cualquier persona. 

Es que ¿acaso ya estamos completamente rebasados y secuestrados por la delincuencia? ¿Qué medidas debemos tomar para nuestra seguridad? De verdad, ¿será necesario huir de esta ciudad o huir del país para poder gozar de tranquilidad para nosotros y nuestras familias? El panorama no es nada halagador si tomamos en consideración que quien conducirá los rumbos del país es la misma persona que minimizó e incluso se burló de una gran marcha en la que millones de personas participamos, y en esta ciudad precisamente. 

¿Han cambiado las cosas desde entonces? Difícilmente habría quien se atreviera a sostener que hay mayor seguridad en esta ciudad, es verdad que se cuenta con un sistema de cámaras bastante eficiente, pero ello no ha logrado en mi concepto tener resultados contundentes; cada vez son más y con mayor violencia los crímenes que ocurren en esta ciudad; todos seguimos estando expuestos, y debemos pensar con seriedad hacia donde nos dirigimos; cómo van a afectarnos los grandes cambios sociales que se avecinan, en que una gran mayoría cree que por fin logrará la ansiada posición que habían esperado; prueba de ello son los mismos senadores, quienes cínicamente se han autorizado jugosos aguinaldos cuando en realidad no han hecho ABSOLUTAMENTE NADA, y ahora, son los grandes baluartes del cambio político cuando ni siquiera son capaces de hilar palabras coherentemente... una vergüenza. 

Sean estas líneas el conducto de la más enérgica protesta contra este cáncer llamado delincuencia en esta ciudad, que parece ser que será tolerada cada vez más la violencia, sea en forma de marcha por el 68, por los 43 o cualquier número que hay que ponerle a la estúpida justificación de agredir, ni siquiera aun con una supuesta razón a cuestas. 

Apagamos la luz que por amor a los demás, encendió en una cruz el que murió por los demás... 

Ycon todo ello liberamos al kraken!!! 

 

Entrometido en las calles