Fueron algunas semanas en las que fui de entrometido a hurgar respecto a algunos temas; no fui, me quedé (me quedé me quedé como las culpas matutinas de Mike Volta) a pensar reinventar, reponer y ver cómo están y seguirán estando desde luego sin resolver tantas cosas que han pasado en tan corto tiempo.
Tantos temas para escribir con la inagotable tinta virtual del borroso teclado de un pesado smartphone, si de esos de la “mordida manzana” que no sabes si lo importante es lo que le mordieron o lo que dejaron… y que estúpidamente ignoraba que algunos modelos contemporáneos son de aluminio y otros son de ACERO … más pesados… pues (quien se iba a fijar en eso) quizá no importe mucho; pero adquiere cierta valía cuando acostado lo intentas ver boca arriba y se te cae en la cara cuando te va venciendo el sueño; …o cuando con un Imán pretendes sostenerlo y el peso lo vence evitando que puedas ver los mapas al manejar, cómo hacías con el anterior modelo, mmmmm misma marca pero antes muy ligero… ¿por qué lo cambiaron? Ojalá y alguien pudiera saberlo.
Así pueden ser de inesperadas las cosas que antes no lo eran, y esa capacidad de adaptación hace la diferencia, y más en tiempos de reinventarse con motivo de una ¡pandemia! Esta sociedad de consumo te hace ver que puedes cambiar de cerveza, de comida, de trabajo, de residencia, de pareja, de familia y hasta de religión; y quizá tu esencia nunca cambie; seguirás siendo el que se conmueve al ver cómo sufre la realeza porque no sabe que ponerse o cómo vestirse para la recepción social esperada, en qué yate y que casa, viviendo la ficticia y superflua realidad desde la pantalla de alta definición de un smartphone, o smartv esperando que digan que “sí al vestido” mientras del otro lado del mundo ocurren sucesos que hubiéramos preferido ignorar… la terrorífica llegada nuevamente del régimen Talibán en Afganistán, la pandemia que se niega a irse, con un COVID que se frota las manos en espera de la vuelta a clases… la terrible noticia de que fue roto el pacto diabólico que tenían los Rolling Stones y qué cobra con un sensible corte quirúrgico a la Banda con la partida de Charlie Watts poniendo a prueba la resiliencia de Mick, Keith y Ron… Donde ya nada puede ser más ridícule en La Capital del Méxique; inclusive …. (CDMX para los millennials) donde pareciera que ahora en la 4T se pueden madrear a los que les ganan las elecciones; donde no es relevante la destrucción que deja la naturaleza a lo largo y ancho del territorio mexicano; cuando la ayuda del gobierno está determinada por la Ley del candil de la calle, oscureciendo e inundando de más pobreza las casas de los muchos afectados; esos que no tuvieron la suerte (deseada quizá) de quedarse encerrados en una camioneta para salvarse de la lluvia … de mentadas.
Ah …. y sigue lloviendo, afuera y adentro, en cada casa, en cada célula, en cada persona hay cosas que arreglar y resolver, fierros en la lumbre que mover, voltear, sacar y meter sin claudicar… el mundo no ha dejado de estar loco, si tú has dejado de estarlo y pretendes arreglarlo ten mucho, mucho cuidado porque ahora si el KRAKEN está RECARGADO.
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