El Lollapalooza arranca en Brasil con clima de fiesta y nostalgia pospandemia

Foto: EFE

SAO PAULO.- El festival Lollapalooza, que este 2022 celebra diez años desde su primera edición en Brasil, arrancó este viernes la primera de tres jornadas que prometen sacudir al público de Sao Paulo, una de las ciudades más vibrantes de Latinoamérica, pero que estaba inerte desde la llegada de la covid-19, en 2020.

Desde la mañana, miles de espectadores, oriundos de diversas partes de Brasil, llegaban ansiosos al autódromo de Interlagos, en la zona sur de la capital paulista, para dar inicio a una gran fiesta, responsable del retorno de la escena musical tras dos duros años para el sector cultural del país.

Ni siquiera la lluvia, rápida aunque torrencial, y algunos tropiezos logísticos fueron capaces de disipar la euforia de un público nostálgico de la fiesta y los festivales.

"Estoy muy contenta, no iba a perdérmelo por nada. Es una alegría inmensa estar aquí, finalmente reuniendo los amigos y celebrando la música, la vida, después de dos años tan tristes y duros", dijo a Efe Laura Pereira, de 25 años.

Con una primera mitad marcada por los ritmos brasileños, la banda de rock Detonautas inauguró el palco principal en esta primera jornada del festival, que espera cerca de 300.000 visitantes a lo largo de sus tres días, y dio el tono de lo que se puede esperar de esta novena edición.

Los británicos The Wombats y Marina igualmente subieron al escenario para calentar los motores de una intensa fiesta, que, solo este viernes, contará con 24 atracciones musicales distribuidas por casi doce horas de conciertos.

Pero fue bajo la efervescencia del icono pop nacional Pabllo Vittar que los brasileños finalmente se rindieron. Unido por un absoluto frenesí, el público pareció aparcar, por cerca de una hora, todas las quejas y durezas atravesadas en los últimos dos años en medio de la crisis de la covid-19.

Con sencillos como "K.O.", "Corpo Sensual" o "Amor de Quenga" la popular cantante convirtió los 600.000 metros cuadrados del autódromo en una gran pista de baile, en lo que supuso un gran respiro colectivo tras dos años de restricciones y distanciamientos.

Circulando por los inmensos céspedes y pistas, los habituales veloces coches de Fórmula Uno que suelen dominar el autódromo internacional dieron lugar a un verdadero desfile de "festivaleros" luciendo los más variados estilos, aderezos y maquillajes.

Y es que, ya sea bajo las estrellas o la lluvia, la fiesta seguirá noche adentro arrastrada por el ritmo de los raperos Machine Gun Kelly, Doja Cat y Jack Harlow; la cantante Ashnikko y los DJ Chris Lake, Jack Harlow y el fenómeno Alan Walker.

Ya el gran final de esta primera jornada del Lollapalooza quedará a cargo de los neoyorquinos The Strokes, quienes esperan repetir en Brasil el mismo éxito cosechado hace pocos días en las ediciones argentina y chilena del festival con su irreverente rock alternativo.