El nuevo disco de Taylor Swift divide opiniones: estéticamente brillante, musicalmente aburrido
Por Alan Guillermo Falcon
La vida de una bailarina está llena de glamour, baile, movimiento y al parecer este álbum no resulto con nada de esta estética musical de las showgirls. El decimosegundo álbum de estudio de Taylor Swift, "The Life of a Showgirl", se lanzó con el estruendo habitual de una superestrella mundial. La expectativa era máxima, y a primera escucha, el disco cumple la promesa de un pop pulido, brillante y con un glamour innegable.
En este álbum contó con un escaparate de producción soft rock impecable, puesto que Taylor decidió trabajar con otro productor para la creación de este proyecto. Al haber tomado esta decisión los fanáticos quedaron asombrados y con una expectativa alta.
Las letras, aunque ingeniosas en momentos como la canción bajo el título "Elizabeth Taylor" es un destello de su mejor agudeza, a menudo se centran en un estado de dicha romántica doméstica que, si bien es genuinamente hermoso para ella, se traduce en una experiencia auditiva sorprendentemente plana.
The Guardian 2/5 estrellas
La crítica no se hizo esperar con las reseñas de este nuevo álbum, de los primeros en evaluar fue "The Guardian", donde le otorgo 2 estrellas, lamentando la falta de ganchos memorables y melodías indiscutibles. Uno de los reseñadores menciono “está bien construido, sí, pero carece de la chispa vital o el riesgo que ha definido sus mejores trabajos.”
La artista, segura de su posición y talento, se presenta aquí con un trabajo que huele a fórmula probada y segura, un cómodo paseo que no lleva a ninguna parte nueva.
“Este álbum es visualmente atractivo, pero sonoramente es de los más aburridos”, mencionó "Pitchfork." En un intento por ser "el álbum perfecto" (como ella misma lo describió), se ha eliminado el conflicto, la tensión y, lo más importante, las melodías que se clavan en el cerebro.
La mayoría de los temas son agradables, pero tan pronto como terminan, se desvanecen. Si bien es dazzling en su intención, es boring en su ejecución. Es la diferencia entre un desfile de moda de alta costura que te deslumbra en el momento y una canción que tarareas diez años después.
El resultado es un disco que recibirá millones de reproducciones pero que, a nivel crítico, se queda muy por debajo de su potencial. Un triste 2 de 5 estrellas para una artista que, cuando se arriesga, puede dar la vuelta al mundo.
