Malú celebra el fin de tiempos 'duros' y el inicio de 'Mil batallas'

Foto: @maluoficial

EFE

MADRID.- Emocionada, poderosa y llena de energía, Malú ha celebrado este jueves en Madrid su vuelta a los escenarios tras tres años “muy duros” en los que le ha cambiado la vida, con un concierto en el WiZink Center con el que arranca una gira por la que recorrerá más de una veintena de ciudades españolas con sus “Mil batallas”.

“Venimos de años muy duros en los que a todos nos ha cambiado la vida. Tenemos la suerte de poder volver aquí, de poder volver a sentirnos libres, de poder volver a disfrutar de la música, de los escenarios, de los conciertos. Y yo tengo la grandísima suerte de poder estar aquí esta noche con vosotros”, ha apuntado la artista al comienzo de su show.

En su caso, muchas cosas han pasado desde aquel 2018, cuando tuvo que suspender su gira “Oxígeno Tour”, tras una caída en los ensayos que le provocó una compleja lesión en un tobillo por la que tuvo que pasar por el quirófano.

Una dura recuperación, el nacimiento de su hija Lucía (fruto de su relación con el exlíder del partido político Ciudadanos Albert Rivera) y la pandemia. Tiempos intensos durante los que surgió “Mil batallas”, un disco que habla de todas las luchas que ha vivido desde que saltó a la fama con solo 16 años.

“Son muchos años, es mucho tiempo sin subirme a un escenario. Es mucho tiempo sin veros. Quiero daros las gracias por estar aquí. Me gusta que entréis aquí en una burbuja, que cuando estemos aquí dentro sea solo esto, seamos solos nosotros”, ha apuntado la artista ante un WiZink casi lleno y sin rastro de mascarillas, distancias y acotaciones y sillas sobre la pista.

Todo ello tras arrancar un show con tres de las canciones de sus batallas, “Ingobernable”, “Abran Fuego” y “Contradicción”, alentada por un público entregado con gritos de “La jefa ha vuelto” y “Te queremos”, poderosa, con su potente voz.

Malú ha prometido un show especial, que “hemos pensado con cada átomo y cachito y los poros de nuestra piel para que lo disfrutéis”, ha contado, vestida de negro y dorado, sobre un imponente escenario con iluminación cambiante, fuego y chorros de agua.

Un concierto auto homenaje a sus casi 25 años de carrera que ha celebrado con un “pequeño regalo” para “todos los que subisteis en este tren hace muchos años”, un popurrí de temas más antiguos como “Siempre tú”, “Me quedó grande tu amor” o “Te conozco desde siempre”.

Ha llegado después sus “Mil batallas” que da título al álbum que salió el pasado mes de octubre y otras canciones antiguas coreadas con fervor como “Toda”, “No voy a cambiar” o “Ahora tú” o “Vuelvo a verte”.

Una noche en la que también ha querido recordar -esta vez en solitario- duetos que en su día fueron grandes éxitos como el “Devuélveme la vida” con Antonio Orozco o “Que nadie”, que cantó en su día con Manuel Carrasco.

Tras una hora y 40 de concierto, la cantante se ha retirado para volver reclamada por el público y cantar al piano dos canciones, una la que “cambió mi vida”, ha contado, “Tejiendo alas”, dedicada a su hija, entonces recién nacida y, por supuesto, “la canción más importante de toda mi vida”, el “Aprendiz” de Alejandro Sanz.

Fue en 1998, con solo 16 años, cuando una desconocida María Lucía Sánchez (Madrid, 1982) se dio a conocer con su primer álbum, "Aprendiz", que debía su nombre a su primera canción y éxito, escrita por su amigo Sanz.

Hija de Pepe de Lucía y sobrina de Paco de Lucía, la cantante se ha construido un nombre propio al margen del flamenco y del apellido de su afamada familia, con galardones como el Premio Ondas, dos nominaciones a los Grammy Latinos.

Después de dos horas de concierto, con "A prueba de ti" y "Blanco y negro", Malú ha despedido una de las noches más especiales de su vida, "de las veces que más he disfrutado encima de un escenario". "Gracias de corazón por haber vuelto a nuestro palacio", ha dicho casi entre lágrimas, antes de cantar para cerrar con "Como una flor", el tema con el que siempre cierra sus shows.

Malú ha dado inicio así a su gira “Mil batallas”, con la volverá a llevar su música en vivo por toda la geografía española, con más de veinte conciertos en ciudades como Sevilla, Bilbao, Valencia o Palma, un tour que terminará el 30 de septiembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona. 

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