Mónica Soto Icaza: El placer de ser mujer

Por Carlos Meraz

La actriz estadounidense Bette Midler advirtió: “Si el sexo es un fenómeno tan natural, ¿cómo es qué hay tantos libros sobre cómo hacerlo?”. Pues porque el sexo va más allá de los genitales y se alberga en la mente a través de la imaginación, a lo que solemos denominar erotismo. Un término abstracto e inconmensurable, convertido en la suexrblimación del acto físico en las artes.

La literatura cautivó desde niña a la ávida lectora Mónica Soto Icaza, pero el género del erotismo en las letras ha sido su constante pasión, siendo una fiel partidaria, practicante y promotora del hedonismo. Alguien para quien el placer físico es tan vital como el respirar, mientras vive sin remordimientos bíblicos y en su obra predica con el ejemplo que lo mejor que pudo haberle pasado es ser mujer.

“El sexo es natural, pero ello no implica que sepamos cómo hacerlo. Es ahí donde entra el juego de la seducción. El erotismo es para devolverle al sexo la parte sensorial e irreverente, con humor que es una de las grandes manifestaciones de la inteligencia.

“Ahora escribo una novela de autoficción de cómo llegué a ser esta loca que soy, irreverente y vale madres. Esa que dice lo que piensa y siente también en las redes sociales, donde además publico mis fotos sin filtros ni Photoshop, pues lo que ves es lo qué hay”, advirtió.

A sus 41 años, la escritora, poeta, conferencista y además editora de su propio sello independiente Amarillo Editores nunca se cansa de ser mujer ni de amar, pero no desde la debilidad sino la fuerza: educa a dos hijos, vive en pareja, comparte mensajes feministas en las redes sociales, es columnista en las revistas Playboy, Open y Vértigo Político, devora libros, escribe con vehemencia y es leal a las dos pasiones, que reunidas en una, rigen su vida y obra: la literatura erótica.

Ante los detractores del género llevado al papel por mujeres, que es estigmatizado bajo el rótulo de “porno para mamás”, Soto Icaza responde con su obra de ficción y también con su cotidianidad que define en la frase “por una vida sexy”, alejándose de la élite intelectual para, como buena feminista, luchar por equidad y derechos, mientras apuesta a la independencia con miras al más grande affaire con la complicidad orgiástica de los lectores, plasmada en la novela Tacones en el armario, en los erotizantes cuentos de Grab my pussy o en la reciente y explícita narrativa Tus mujeres de mis orgasmos.

“No soy parte de ningún círculo intelectual ni literario y no tuve ningún mentor. Yo me autopubliqué desde chavita en 2001, con mi primer libro de poemas Las lágrimas de todos son de sal.

“Este es un trabajo como cualquiera donde no cabe la soberbia. No me interesa escribir libros que se vayan a una bodega o a la biblioteca, sino que caigan en manos de lectores. Mi camino siempre ha sido independiente, que suele ser el más largo y difícil, y si no me divierto qué sentido tiene recorrerlo”, sentenció.

HEDONISTA 24/7

En un ejercicio de ping pong periodístico, Mónica Soto Icaza participa en un retrato hablado donde cada respuesta describe al ser humano detrás del personaje, en una suerte de charla de diván, a través del cuestionario de Proust, en una conversación diferente con una escritora ídem.

— ¿Con qué personaje de la historia te identificas?

— Con Sor Juana Inés de la Cruz, pero mejor pongámosle Juana de Asbaje.

— ¿A quién te hubiera gustado conocer?

— A Jesucristo y no soy religiosa.

— ¿Qué maestro te hubiera gustado que te diera clases?

— Jorge Luis Borges.

— Si no hubieras sido mujer, ¿qué hombre te hubiera gustado ser?

— Ninguno, pues amo ser mujer, pero quizá David Bowie.

— ¿A quién le pedirías un autógrafo?

— A Freddie Mercury.

— ¿Qué personaje del Mago de Oz serías?

— Dorothy.

— ¿Qué superpoder te encantaría tener?

— Volar.

— ¿Quiénes son tus héroes en la vida real?

— Mis dos hijos, ya que en este tiempo de pandemia no se quejan y siempre están contentos. Me sorprende su gran capacidad de adaptación.

— ¿Qué fotografía o imagen nunca colgarías en tu sala?

— Cualquiera que tenga que ver con la religión.

— ¿Qué libro ajeno te hubiese fascinado dar a conocer?

Cien noches, de Luisgé Martín, obra ganadora del Premio Herralde de Novela 2020.

— ¿Qué canción crees que al escucharla varias veces puede ser equivalente a una tortura?

La ingrata, de Café Tacvba. Es horrenda y me satura el cerebro.

— ¿Cuál te genera inevitablemente el deseo de bailar?

— Con las canciones de Willie Colón, como Talento de televisión o Idilio. Para mí cualquier salsa es buena.

— ¿Y cuál es la mejor para una noche de pasión?

— Las de Cafe del Mar, algo de piano de Erik Satie y también La revancha del tango, de Gotan Project.

— Si tuvieras el DeLorean de Volver al Futuro, ¿irías al pasado o al futuro?

— Al pasado, a la época hippie y de la liberación sexual.

— ¿Ante qué personaje que coincidieras en la calle optarías por cambiar de acera?

— Ante Félix Salgado Macedonio.

— ¿A qué eres alérgica?

— Acabo de descubrir que lo soy a las orquídeas.

— ¿Cuál es tu más grande tesoro?

— No tengo más grande tesoro que mis hijos. Practico mucho el desapego de las cosas materiales. Sé que los objetos son transitorios, por eso viajo ligero y no colecciono nada.

— ¿Cuál es tu mayor extravagancia?

— Puedo gastarme la mitad de lo que gano en libros. Me fascina comer y el vino. Soy muy sensorial y también muy hedonista, vivo por el placer y por estar a gusto. Obviamente no creo en los pecados, pues son lo que más disfrutamos. 

Otra extravagancia que tengo es mi facilidad para memorizar las letras de las canciones.

— ¿Cuál es tu pasatiempo ?
Leer.

— ¿Qué película marcó tu vida?

Amélie, La secretaria, Nueve semanas y media, Malena, Rape me y Bajos instintos.

— ¿Quién es la celebridad más sexy del mundo?

— De mujeres serían Scarlett Johansson, Salma Hayek, Angelina Jolie y Anne Hathaway. De hombre, Joseph Fiennes.

— ¿Cuál fue el último libro que leíste?

La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.

— ¿Qué libro debe leer cualquier escritor para poder asumirse como tal?

— Hay una lista inmensa... Yo diría que se lean libros que te den un reto mental, como Las mil y una noches, cualquier obra de Dostoyevski, El génesis de la Biblia, La divina comedia o El extranjero, de Albert Camus.

— ¿Cuál ha sido tu concierto favorito?

— El último al que fui antes de la pandemia, el de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina (No hay dos sin tres, en el Auditorio Nacional).

— ¿Cuál es tu placer culpable en la música?

— El cantante Maluma y bailar reguetón.

— ¿Qué es lo que menos te gusta de tu aspecto físico?

— No hay nada, en verdad.

— ¿Qué hábito ajeno no soportas?

— Los chapoteos con la boca, los sonidos acuosos con la boca me provocan ansiedad.

— ¿De qué palabra abusas    ?
Placer  .

— ¿Qué platillo comerías antes de ser fusilada?

— Me comería un rib eye casi crudo.

— ¿A qué político le darías un pastelazo?

— A Félix Salgado Macedonio.

— ¿Cuál es tu máxima favorita?

— “No te tomes la vida tan en serio. Al fin y al cabo, no saldrás vivo de ella”, del monólogo de los argentinos Les Luthiers, perteneciente al escritor estadounidense Elbert Hubbard.

— ¿Qué estarías haciendo si el dinero no importara?

— Exactamente lo mismo, pues me dedico a algo donde no te haces millonario.

— ¿De qué te arrepientes?

— Me arrepiento de mil cosas... de estupideces como confiar en quien no debí haberlo hecho y no valía la pena.

— ¿Cual es tu idea de la felicidad perfecta?

— Tener paz.

— ¿Cómo se titularía el libro de tu vida?

— Las putas también se casan... Es que soy bastante casquivana.

— En la última cena de tu vida, ¿quiénes serían tus 12 hipotéticos invitados?

— Mis hijos, mis papás, mis dos hermanas, mi novio, mi ahijada y dos amigas.

— Y como tú Judas, ¿quién sería el invitado?

— Tendría que invitar a mi prima acosadora.

— ¿Cómo te gustaría morir?

— De viejita acostada en mi cama o en un accidente de avión.

— ¿Qué diría tu epitafio?

— Me llamo Mónica y me gusta la vida. Cuando yo muera, no habrá quien se lamente por mis sueños sin cumplir o mis días sin gozo, porque no existen: he vivido sin miedo, amado sin medida; he hecho el amor con magia y conjurado mi presente, que será un futuro lleno de luz.

— ¿Qué opinas de un periodista?

— Un periodista debe de cuestionarlo todo y no aplaudirlo, además de contar con la suficiente imparcialidad para que la gente pueda hacer sus propias conclusiones de los hechos.