[Reseña]Painkiller 2025: el regreso del shooter infernal que olvidó su alma en el purgatorio cooperativo

painkiller

Por Ernesto Becerra


Han pasado más de dos décadas desde que Painkiller nos llevó al purgatorio armado con una escopeta y riffs de guitarra retumbando en el fondo. Aquel shooter frenético y gótico de los 2000 marcó una época, convirtiéndose en un referente del género. Ahora, en 2025, Anshar Studios intenta resucitar esa energía bajo una nueva fórmula: partidas cortas, acción cooperativa y un enfoque más arcade. Sobre el papel suena atractivo, pero el resultado final es una mezcla extraña entre nostalgia y redirección, con un nombre que pesa más que el contenido que ofrece.

Del infierno al modo cooperativo

El nuevo Painkiller no es una secuela ni un reinicio, sino una reinterpretación moderna que apuesta por el multijugador cooperativo. Las misiones están pensadas para jugar en equipo (aunque es posible hacerlo con bots) y se estructuran en pequeñas incursiones con oleadas de enemigos y objetivos simples. Cada partida dura entre 15 y 30 minutos, con un ritmo frenético y un enfoque centrado totalmente en la acción.

personajes jugables


A nivel jugable, el título cumple con su propósito principal: hacerte sentir poderoso. Los disparos son satisfactorios, las armas tienen peso y los enemigos caen en montones mientras la pantalla se llena de partículas y explosiones. Las seis armas disponibles ofrecen una variedad interesante, dos principales con disparos alternos y una tercera más experimental, y el movimiento es ágil y preciso, recordando a los mejores momentos de Doom Eternal.

 

captura Painkiller


Sin embargo, la falta de profundidad se nota pronto. La progresión se basa en mejoras ligeras y un sistema de cartas del Tarot, que otorgan habilidades temporales a cambio de oro. Este recurso es escaso, lo que obliga a repetir misiones para obtenerlo. En teoría es un sistema atractivo, pero en la práctica se vuelve rutinario y rompe el ritmo.

progreso

Un purgatorio bonito, pero vacío

Visualmente, Painkiller es un título llamativo. Conserva ciertos toques del diseño gótico original, catedrales derruidas, demonios grotescos, sangre y fuego, pero los reinterpreta con una estética más limpia y colorida. Aunque el cambio puede sorprender a los puristas, aporta claridad visual y una identidad propia. Técnicamente está bien optimizado, con un rendimiento estable incluso en equipos medios.

atmosfera


La banda sonora, por su parte, es uno de los mayores aciertos. Las guitarras eléctricas, la percusión industrial y los guiños a los temas clásicos transmiten perfectamente la energía demoníaca que siempre caracterizó a la saga. Lamentablemente, esa intensidad musical no alcanza a tapar el vacío narrativo.


La historia, que gira en torno a la misión de Metatron contra el ángel caído Azazel y sus hijos Nephilim, queda relegada a un segundo plano. La campaña principal puede completarse en apenas tres horas, y más allá de eso solo queda el modo roguelike, que si bien ofrece partidas más dinámicas, también se agota rápido. Anshar intenta compensarlo con mayores dificultades, pero sin una recompensa significativa ni progresión atractiva, el incentivo se desvanece.

Entre el recuerdo y la reinvención

La sensación general es que Painkiller está atrapado en su propio purgatorio creativo. Tiene una base sólida, un gameplay satisfactorio y una atmósfera cuidada, pero la insistencia en el cooperativo lo hace perder identidad. Es divertido durante las primeras horas, especialmente si se juega en compañía, pero pronto deja de ofrecer motivos para volver.
No es un mal juego, ni mucho menos; simplemente no es el Painkiller que muchos esperaban. Lleva su nombre como una reliquia, pero su alma está más cerca de un experimento multijugador que de un shooter infernal con carácter.

Veredicto

Painkiller (2025) es una reinterpretación entretenida y técnicamente pulida, ideal para sesiones rápidas con amigos, pero lejos de la contundencia y profundidad del original. Tiene potencial, y si Anshar Studios decide ampliarlo con más contenido y misiones, podría convertirse en una experiencia mucho más sólida. Por ahora, se siente como una buena idea atrapada entre dos mundos: el recuerdo de su pasado glorioso y un futuro que aún no termina de definirse.

Equipo utilizado: i5 12400 con una rtx 3060ti y 64gb ram 
 

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