Rompiendo estereotipos: Yurina Melara defiende a su presidente Ficticio, un expandillero deportado

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La escritora Yurina Melara ha encendido el debate con su trilogía literaria Todo Personal, al colocar en el centro de su narrativa a un personaje deliberadamente controvertido: Darwin Alvarado, un expandillero deportado de Estados Unidos que logra convertirse en presidente de El Salvador.

En una entrevista con EFE, Melara, periodista salvadoreña con dos décadas de experiencia, defendió su elección narrativa como un medio para confrontar la complejidad del panorama migratorio y social que, según ella, “muchos no quieren ver”.

El personaje que genera "Detesto"

Las redes sociales han sido el termómetro de la polarización que busca retratar la autora. Melara reconoce que su personaje, un expandillero traído de niño a EE. UU. por su madre soltera, genera un fuerte rechazo.

"Mucha gente lo detesta," confiesa Melara, señalando que la mayoría de las críticas se centran en el pasado delictivo y la deportación de Alvarado. Sin embargo, lejos de preocuparle, estas reacciones confirman su tesis: una parte del público, tanto en EE. UU. como en Centroamérica, se niega a dialogar sobre las profundas aristas que unen la pobreza y la inmigración.

"Los que critican solo hacen eso, no quieren más explicaciones," lamenta la escritora, quien utiliza la ficción para abordar temas de la vida real.

La piel oscura y la marca de la deportación

Para Melara, es crucial visibilizar el impacto de la estratificación social en la migración, que suele dejar "sin voz" a las personas pobres y no blancas. "La discriminación que sufre mi personaje en EE. UU. y en El Salvador es la misma de la que muchos de nuestros migrantes de estrato humilde viven actualmente," explica.

La autora cuestiona el rechazo social a la idea de que un deportado aspire a un alto cargo de elección popular. "¿Por qué? Es como si la deportación te marcara de por vida," reflexiona. Su trilogía, publicada por Ojo de Cuervo, no solo busca contar una historia de redención personal (donde Alvarado encuentra apoyo para corregir su camino), sino que también escudriña posibles "soluciones reales" al problema de las pandillas, un tema candente en las administraciones de Trump y Bukele.

Del periodismo a la corona de la diáspora

La apuesta literaria de Melara ha calado hondo en la diáspora salvadoreña en Los Ángeles, el condado con la mayor concentración de cuscatlecos en el mundo. Con sus libros ya en la Biblioteca de Los Ángeles, la escritora espera que su obra fomente el diálogo y deje a un lado la polarización.

Como muestra del aprecio de su comunidad, Melara fue nombrada Reina de la asociación de Metapanecos Unidos USA-El Salvador. Aceptó el título, que durará un año tras su coronación el pasado 31 de agosto, con el fin de ayudar a recaudar fondos para su natal Metapán. "Literalmente, esta vez estoy viviendo la historia y eso es muy bueno porque me conecta cada vez más con mis raíces," concluye la escritora, que ya prepara su cuarto libro, un giro hacia el género romántico, pues afirma: "No me gusta que me encasillen en un solo género."

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