Financiamientos externos ayudan, pero…

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Por Moris Beracha

Organismos multilaterales continúan con sus políticas para apoyar la reactivación económica y social de América Latina y el Caribe, regiones que han sido muy golpeadas por la pandemia del covid-19. Si bien en 2021 algunos países experimentaron una recuperación en sus principales indicadores, las perspectivas para este año no son del todo alentadoras dado que la crisis sanitaria aún no ha terminado.

Es así como el 2 de febrero, por ejemplo, CAF Banco de Desarrollo de América Latina anunció que emitió un bono a un plazo de 5 años por un monto total de 650 millones de dólares y un cupón de 2.25%. Ahora esto no es nuevo, desde hace más de tres décadas el organismo ha desarrollado una estrategia de diversificación de sus fuentes de financiamiento para atender necesidades puntuales de los países miembros.

Sobre esta emisión, Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, aseguró que “los recursos que provienen de mercados internacionales a tasas competitivas permiten promover el desarrollo sostenible de la región a través de la financiación de proyectos estratégicos, la provisión de cooperación técnica y productos de conocimiento”.

Y la emisión resultó a atractiva para los inversionistas. Las órdenes fueron lideradas por los administradores de fondos, bancos centrales, bancos comerciales e instituciones públicas; al tiempo que los agentes encargados de la transacción fueron BNP Paribas, Goldman Sachs International, Morgan Stanley y Nomura.

Otro caso es el del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su brazo del sector privado, BID Invest, que lograron un récord de casi 23 mil 400 millones de dólares en nuevas aprobaciones de financiamiento, compromisos y movilizaciones del sector privado. Esta cifra superó los cálculos iniciales sobre la asistencia financiera a América Latina y el Caribe en 2021.

El nuevo récord incluye la movilización de BID Invest de más fondos privados en 2021 —casi 3 mil 000 millones de dólares— que en cualquier otro año de su historia. El total también comprende las aprobaciones de financiamiento del BID en áreas prioritarias para la recuperación y el crecimiento de la región.

Los aspectos más destacados del financiamiento del BID son los montos récord para proyectos relacionados con el cambio climático, que asciende a 4 mil 500 millones de dólares, y para fortalecer las cadenas de suministro regionales con una partida de 2 mil 300 millones de dólares.

Si bien estos financiamientos pueden no resultar suficientes para paliar las necesidades de cada uno de los países de América Latina y el Caribe representan un incentivo para la recuperación la región. Sin embargo, el peso no puede recaer exclusivamente en los organismos multilaterales, las naciones también deben implementar políticas orientadas a tal fin.