Washington.- La administración de Donald Trump se ha caracterizado por las políticas antimigrantes que han aumentado las cifras de juicios criminales contra migrantes en estos años; sus hijos, por otro lado, son adoptados por familias estadounidenses sin que se garantice su seguridad y bienestar.
Los más afectados son los menores de edad que llegan sin sus padres a las fronteras, ellos son llevados a refugios para ser asignados a hogares adoptivos y, una vez que eso sucede, el gobierno federal no tiene la obligación de hacerse responsable ni de darle seguimiento a su caso o al menos eso es lo que argumentan los funcionarios estadounidenses.
“La relación de custodia termina cuando esos niños salen de la Oficina de Refugiados (ORR). No somos una agencia policial”, indicó el comandante del Servicio de Salud Pública del Departamento de Salud (HHS).
El HHS y la ORR fueron criticadas por los senadores tras perder el rastro de mil 475 niños y adolescentes que fueron asignados a familias adoptivas, asimismo, han informado que sus acciones no aseguran el bienestar de los niños migrantes.
“Con cada día que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) deja de actuar para reunificar niños migrantes con sus padres, se exacerba el trauma inaceptable que esta administración causa innecesariamente en los niños y sus familias”.
Por ello, el republicano Rob Portman, coincidió en que las agencia federales deben responsabilizarse más para garantizar la seguridad de los niños migrantes que están bajo su custodia y una vez que hayan sido adoptados.
Vah
