Por Gerson Gómez
Medirse. Lanzar los primeros golpes, al contrario. El peleador calcula el ritmo del sparring. Lo va llevando hasta el rincón. Cambia las piernas. Conecta arriba, abajo. El entrenador exige superar los errores.
La oposición, la coalición medusa del PRIANRD ya le desearon buena suerte a Santiago Creel. Autosacrificio. Premio de consuelo. No será jamás presidente. En seis años más, como le sucedió a Diego Fernández de Cevallos, quedará en el olvido histórico.
Beatriz representa la antípoda de Xóchitl. La parte añeja, de merma, del PRI. Los activos claves, los archimillonarios de la información clave y privilegiada. Contratos a modo. Ofertas de un país maduro para ser saqueado de nuevo.
Xóchitl se forjó también en el abuso del poder. De Vicente Fox y Felipe Calderón. La militancia joven del PAN piensa en ella como la mesiánica. Es oportunista, también multimillonaria.
Las dos precandidatas son opuestas y a la vez idénticas. Su modelo de negocios, en termino de la historia, sus malas prácticas caen en la parte del registro oculto, en poder de la Secretaría de Gobernación.
Xóchitl o Beatriz pueden ser las seguras sparring de la delantera precandidata de MORENA, Claudia.
Los dados, en ambas partidas, al pensar, al subir al encordado, enlodaran a partir del 4 de septiembre, los medios de comunicación, los tradicionales y los alternativos.
Eso depende mucho, en el momento claro, de negociar con Marcelo. Su equipo necesita puestos claves. Compromisos honestos. Poner las cartas sobre la mesa.
México despedazado. La nueva categoría del girl power.
