Economías, no hay que 'dormirse' con el covid-19

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Por Moris Beracha

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó en agosto sus “indicadores avanzados compuestos”, donde comparó los meses de junio y julio. En ese momento llegó a la conclusión de que había signos de moderación en el ritmo de crecimiento de la mayoría de las grandes economías. Ahora lanza sus previsiones sobre la economía mundial: para este año calcula que crecerá 5.7%, una décima menos de su proyección anterior, y en 2022 la expansión sería de 4.5%.

En su informe, la OCDE señala que “el crecimiento económico ha repuntado este año, ayudado por el fuerte apoyo político, el despliegue de vacunas eficaces y la reanudación de muchas actividades económicas”, tras una severa contracción en 2020 por las medidas adoptadas, precisamente, para frenar la propagación del coronavirus.

Es así como la organización advierte que el producto interno bruto (PIB) recuperará su nivel previo a la pandemia y estas son algunas de las cifras que lo respaldan. Aunque rebajó en 0.9% el crecimiento de Estados Unidos respecto a mayo, el cual se situaría en 6%, aumentó la previsión para la Eurozona (5.3%, +1). 

La proyección de crecimiento de China se mantiene en 8.5%; al tiempo que las principales economías latinoamericanas muestran progreso. En el caso de México sería de 6.3%, (+1.3), Argentina con 7.6%, (+1.5) y Brasil con 5.2%, (+1.5).

Si bien estos números son alentadores, no hay que perder de vista -tal y como lo señala la OCDE- que estamos antes una recuperación “muy desigual, con resultados singularmente diferentes en los distintos países frente a la crisis del covid-19”. Además, sostiene que “las brechas de producción y empleo se mantienen en muchos países”, sobre todo donde “los índices de vacunación son bajos”. Un planteamiento que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ya han hecho público.

El énfasis que estos organismos multilaterales ponen en la vacunación contra el covid-19 tiene un importante asidero. La falta de inoculación a nivel mundial coloca a todos en riesgo y eso no se refiere exclusivamente a las personas, sino también a las economías. Prueba de ello es la revisión a la baja de Estados Unidos, lo cual se debe a que la variante delta está golpeando con fuerza a la primera economía del mundo.

Así que es crucial no ´dormirse´ con la pandemia, sigue siendo uno llamado de atención a todos los países, incluso a aquellos que van ya por la senda del crecimiento. Las naciones que tienen un margen de maniobra limitado para proporcionar un apoyo amplio a la actividad económica, en particular aquellas en las que las presiones inflacionarias están aumentando, podrían arrastrar a las más grandes y ´fuertes´. ¿Acaso no es eso lo que hemos vivido a lo largo de estos casi dos años de pandemia?