Estados Unidos.- La política inmigrante del gobierno estadounidense, que separaba a niños indocumentados de sus padres, cuando llegaban a la frontera sur del país norteamericano, fue totalmente rechazada por la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Por consenso la organización rechazó la política y llamó al gobierno del presidente Donald Trump, para evitar la práctica.
“Genera una práctica violatoria de los derechos humanos, en particular de niñas, niños y adolescentes”.
[RESOLUCIÓN - Consejo Permanente #OEA @CP_OEA ]
— OEA (@OEA_oficial) 29 de junio de 2018
Impacto de la Política de Separación de Familias Migrantes por parte del Gobierno de #EEUU sobre los Derechos Humanos de las Personas Migranteshttps://t.co/wGbct3rz16 pic.twitter.com/K6OYj4mdD8
Asimismo pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que realice una visita a la frontera de Estados Unidos, para conocer en qué condiciones viven los menores migrantes, en los centros de detención.
Jorge Lomónaco, embajador mexicano ante la OEA, aclaró que la condena no es hacia la ciudadanía de Estados Unidos, ni hacía un país.
“La condena es contra una política que es cruel e inhumana; que viola los derechos humanos de los más vulnerables, y que todavía hoy mantiene a miles de niños y niñas separados de sus padres”.
Sin embargo, el embajador de Estados Unidos, Carlos Trujillo, defendió la política de su país y la llamó como un acto de soberanía de su gobierno, aunque aseguró que están abiertos a un diálogo sobre el tema.
“Así como Estados Unidos respeta sus fronteras y su soberanía, nosotros insistimos que ustedes respeten las nuestras”.
La más dura crítica provino de Carmen Velázquez, que representa al gobierno de Venezuela.
“Apartar a los niños y niñas de sus madres es una decisión cruel, inhumana, inmoral, pero sobre todo constituye técnicamente un crimen porque a miles de niños se les está sometido deliberadamente a privaciones que tienen los mismos efectos que la tortura”.
NJAR
