Muchas y muchos de los ganadores de las presidencias municipales mexiquenses, de repente se creyeron que de verdad son líderes, que la gente los ama y los apoya porque su labor política ha sido la mejor. Deberían de dejar de lado la soberbia, los espíritus dictatoriales y observar los efectos nacionales, porque como dijo Raciel Pérez Cruz, el alcalde electo de Tlanepantla: las victorias y las derrotas no son para siempre. Mejor que se pongan las pilas y hagan bien las cosas a partir de enero que comenzarán a gobernar, y dejen de creerse de la realeza, porque la gente está harta de esos comportamientos …El que sí se ha visto con los pies en la tierra es el presidente municipal electo de Naucalpan Isaac Montoya, quien tendió la mano a sus contrincantes, lo mismo que a quienes no votaron por él, pues aseguró que gobernará para todos, porque sólo unidos podrán sacar adelante este municipio…Y aunque muchos priistas y panistas siguen hablando de fraude, embarazo de urnas y otras irregularidades en la elección, parece que el ambiente político poco a poco vuelve a la normalidad. Sí con divisiones como ya es común en estos tiempos, pero la mayoría le han dado vuelta a la página y van por el siguiente capítulo…El que armó tremenda marcha con trabajadores del sector salud fue Domingo Ortuño, el eterno líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud, quien pretende que destituyan a la secretaria mexiquense Macarena Montoya, pero circularon audios en donde presiona a la gente para que asista a la gran marcha, y habla de la molestia por la asignación de bases del IMSS bienestar que él ya tenía vendidas y apalabradas por otro lado. Parece que Domingo Ortuño no se conforma con toda la raja política que ha obtenido, los beneficios personales para él y para su hijo Vladimir Ortuño. Qué curioso que Ortuño ofrece apoyos electorales a Morena, pero a la vuelta de la esquina les da la espalda, y de paso queda bien con el exgobernador Eruviel Ávila, de quien es incondicional.

novvel_luis@yahoo.com.mx

 

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