CDMX Secreta: Estafa a la luz de las velas

Fever es una plataforma global de origen español que, desde hace ocho meses, inició operaciones en la Ciudad de México, anunciando una serie de conciertos llamados Candlelights, los cuales venden entradas con un sistema similar al Esquema Ponzi, en el que el usuario primero compra y después de mucho tiempo recibe algo completamente diferente a lo que le prometieron o definitivamente nunca lo recibe. Una estrategia de publicidad, cancelaciones y nula respuesta a quejas, son parte de esta operación fraudulenta.

Por Pablo Luna Luna

El 6 de julio de 2020 fue creada la página de Facebook FeverCDMX Secreta, una plataforma con la fachada de promover y recomendar eventos de entretenimiento en la Ciudad de México, gestionada como un medio de información, pero cuyo objetivo real es dar entrada a la aplicación Fever, la cual es responsable de anunciar, desde hace ocho meses, los eventos “Candlelights, mágicos conciertos a la luz de las velas” que supuestamente iniciarían a finales de febrero de este año.

Mientras el gremio cultural en México y en particular de la capital, bajó el telón hace un año, canceló funciones y detuvo todo tipo de actividad comercial, incluida la venta y reservación de boletos, debido a la pandemia por Covid-19, Fever se mantuvo anunciando sus conciertos para la capital del país en plena contingencia sanitaria, sin tener un lugar para realizarlos y sin contar con un solo artista contratado, en competencia desleal para boleteras autorizadas como Ticketmaster, Boletía, Súper Boletos, entre otras, que detuvieron completamente su operación y, en algunos casos, tuvieron que devolver el costo de los boletos.

AnunciadosAnunciados con una enorme pauta publicitaria en Facebook e Instagram, a través de tres cuentas (CDMX Secreta, Candlelights y Fever) los conciertos se presentan como “el fenómeno musical que es todo un éxito en ciudades como París y Nueva York”, sin embargo, el grueso del gremio artístico y cultura en dichas ciudades no los conoce ni ha escuchado de ellos, además decenas de usuarios en sitios de Madrid o Barcelona, han indicado que la mayoría de los conciertos no existen, no se realizan y se cancelan sin previo aviso, sin posibilidades de algún reembolso y en el caso de la Ciudad de México, los defraudados se empiezan a sumar.

Los eventos Fever que sí se llegan a concretar, son totalmente diferentes a lo que se espera con su publicidad. De acuerdo a los testimonios recabados “los hacen en espacios con pésima acústica, con una pobre escenografía, no utilizan velas sino lámparas LED y presentan a músicos novatos”, algunos que incluso tienen menos de tres años tocando en público o dedicándose a la música, como ya ocurrió en España.

En el caso de la CDMX, tras ocho meses de pauta publicitaria, la plataforma ya inició su estrategia de cancelaciones, aunque también anunció el elenco, la “ubicación secreta” para sus conciertos y mantiene la venta de boletos para nuevas fechas.

ElencoEl elenco: Por una parte, se encuentra un cuarteto de mujeres llamado Domina String Quartet, que si bien no son tan famosas como lo anuncia Fever, tienen la virtud de ser mexicanas y ellas aseguran que darán lo mejor de si para satisfacer al público, aunque también explican que son invitadas por parte de Fever y no organizadoras de los eventos. Respecto al pianista invitado es Sebastián Espinosa, un joven egresado del conservatorio, que se está formando en la música clásica y que ha tocado en espacios como Casa del Lago o el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes y ha tenido buena aceptación.

La llamada “ubicación secreta” no es un sitio  emblemático o representatiYbicación secretavo de la CDMX, según fotógrafos urbanos profesionales y especialistas en arquitectura urbana, como lo ha anunciado engañosamente Fever. Se trata de un espacio llamado LUC34, ubicado en la calle Lucerna de la Colonia Juárez, el cual es un sitio que ha pasado de ser restaurante a antro bar y ahora Venue y en el cual aseguran que no tienen ninguna injerencia en logística de los conciertos pues ellos “sólo rentan el espacio”.

Las fuentes consultadas explican que por el costo de los boletos, que va de $400 a $900, “lo menos que se esperaría es un foro con una acústica y un equipo de sonido excelente, además de artistas que hagan vibrar completamente el escenario”, lo cual -coinciden todos- “se logra con muchos años de práctica y experiencia, aunque hay muy raras excepciones y no parece ser el caso de dichos conciertos”, aunque no se duda del talento musical de los invitados, ya que la capital mexicana es “un semillero de talentos, con un abanico de posibilidades inmenso para un buen show”.

Por si lo anterior fuera poco, la aplicación suma hasta un 70% de calificaciones orgánicas negativas en GooglePlay o sitios especializados en reseñas internacionales como Trustpilot y, pese a ello, en la Ciudad de México ya hay decenas de personas engañadas, pues quienes compraron boletos para la primera semana de marzo y fueron cancelados no han recibido ninguna comunicación. En otros casos, los boletos para fin de semana fueron recorridos para lunes o martes en mayo, junio, julio y agosto, respectivamente; todo ello sin saber si la contingencia por Covid-19 permitirá abrir los espacios.

Otra situación que ejemplifica la forma dudosa que tiene Fever en su operación, es que, a pePlataformasar de las cancelaciones de conciertos en las primeras tres semanas de marzo y sin tener los permisos legales de operación de taquilla y respectivo pago de impuestos, aunado al semáforo naranja por contingencia de Covid-19, ha mantenido fechas de venta activas para diferentes meses, incluso en marzo, abril y mayo; pero sin dar oportunidad a los usuarios de elegir la fecha en que desean que su concierto sea reprogramado.

Vender eventos que no existen, entregar lo que se pueda

Para entender el método de estafa que utiliza Fever, es necesario explicar el Sistema Ponzi: Éste se basa en ventas o inversiones a través de un esquema en el cual los compradores o inversores nunca ven sus activos de forma real. El estafador utiliza el dinero recibido para mantenerse operando y seguir enganchando más compradores o inversores. Como la inversión es a mediano o largo plazo (en el caso de Fever ocho meses o más) el defraudado no se da cuenta de la estafa hasta que llega la fecha límite en la cual debe recibir su inversión o compra. El esquema funcionará mientras nadie denuncie y cuando el defraudador es descubierto, simplemente se ocultará, pues para ser localizado y denunciado, se necesitaría que éste tuviera un registro legal como empresa constituida en México.

En concreto, quienes caen en este tipo de estafa están comprando nada y su esperanza es obtener un producto o beneficio al final de determinado tiempo (inversión de mediano o largo plazo), el cual muchas veces se rompe cuando llega la fecha límite o cuando el producto que recibe está muy lejos de sus expectativas y del valor real. Este esquema es parecido al que ha utilizado Fever para sus eventos Candlelights:

  •  Inicia la publicidad y venta masiva de boletos para más de 20 fechas de un concierto que no existe, sin decir quién tocará, sin saber en dónde será y sin determinar la cantidad de aforo que habrá.
  • Se disfraza la venta a través de un concepto llamado “Ciudad secreta” y se pone en circulación, en diferentes ciudades del mundo, incluida la CDMX, el mismo contenido: Un par de videos de un supuesto concierto Candlelight y un saludo de los músicos, al cual se le integra una pauta publicitaria que le permite aparecer de manera constante entre miles de usuarios en la ciudad que se eligió parte de su segmentación.
  • Tras varios meses manejando el dinero de los compradores, el cual (según especialistas en marketing consultados) pudo haberse invertido para obtener otro tipo de utilidades; y una vez que han podido estimar el número de boletos vendidos, así como las fechas más solicitadas, inicia la búsqueda del espacio y los artistas, que en el caso de la CDMX fue de entre seis y ocho meses después de ser anunciado.
  • Inician las cancelaciones de conciertos y el reacomodo de entradas. A quienes compraron para marzo, los recorren para dos, tres y hasta cinco meses después, sin hacerlo público en sus sitios oficiales. Los que estarían en fin de semana los pasan a lunes o martes y en gran cantidad de casos no hacen cambios ni avisos a los compradores, pues dado que la única forma de contacto es vía correo electrónico, esto deriva en anular la posibilidad de reembolsos.

Reembolsos

Como podemos observar en el esquema anterior, lo que en realidad hace Fever es estimar la cantidad de ingresos, tras seis meses o más de venta de boletos, para así decidir el tipo de espacio que utilizarán el cual fingen que es “icónico o representativo” de la ciudad, recortar la cantidad de conciertos y buscar un elenco de bajo presupuesto al cual anuncian como artista local fenómeno; además de atribuir la cancelación a la pandemia por Covid-19, cuando en realidad sus prácticas se remontan a mucho antes, pues se encontraron registros del mismo tipo de engaño desde el año 2018.

Especialistas en derecho, como la abogada Ericka Maldonado o el maestro con especialidad en Derecho Penal, Ricardo Hernández, explican que precisamente lo complejo de una estafa es demostrar que la misma existe, pues el defraudador utiliza diferentes esquemas financieros y operativos para eludir la justicia, pues como es el caso de Fever, los conciertos en algunos casos sí se realizan, aunque hay cientos de quejas, cancelaciones sin devolución o el nivel del espectáculo no sea profesional como se publicita.

“Como abogada, te puedo señalar que una estafa es complicada de investigar y se requiere de herramientas legales que, sólo cuando se hace una investigación a profundidad, están disponibles para las autoriades, como es el tema de documentos fiscales o bancarios,” explica Ericka Maldonado.

Ricardo Hernández señala que “para saber el nivel de estafa, en primera sería la autoridad quien tendría que investigar la cantidad de boletos que se vendieron, para qué fechas, cuántas cancelaciones, cuántos reembolsos (…) y así poder determinar la estafa o presunción de inocencia”.

Aunado a esto, la técnica de lo que en marketing se conocer como “limpieza de reputación” que utiliza Fever a través de Bots y Ciberhumanos, impide estimar cuántos usuarios han sido defraudados alrededor del mundo, así como ponerse en contacto con ellos, puesto que en sus sitios de Facebook e Instagram suelen ocultar comentarios, borrar o simplemente detener la pauta de algún anuncio, con lo cual el comentario queda únicamente en el Business Manager del propietario. 

Testimonios

Lo mismo ocurre con Google Play o Trustpilot, donde la empresa “siembra” testimonios favorables con la frecuencia que se requiere, pues en cuanto aparece un comentario negativo, se sobreponen comentarios positivos, incluso el mismo día.

Para este reportaje se consultaron diferentes fuentes, incluidos testimonios de usuarios de Barcelona, Madrid y Nueva York y la CDMX, con lo cual se pudo constatar que el sistema de ventas fraudulentas se replica en todas las ciudades donde ha operado y aunque sus representantes señalan que es algo aislado, las evidencias demuestran que es sistemático.

CDMX Secreta: página NO oficial que engaña y suma confusión

CDMXA través de solicitudes a la Unidad de Transparencia de la Agencia Digital de Innovación Publica de la Ciudad de México, a las secretarias de Cultura, Turismo, el Fondo Mixto de promoción Turística, así como las correspondientes a las alcaldías Cuauhtémoc y la Dirección General de Protección Civil de la capital mexicana, se pudo corroborar que Fever y su página CDMX Secreta no tienen ningún tipo de convenio para el uso de la marca CDMX y tampoco para utilizarlo combinado con el color verde institucional.

Textualmente la respuesta a la solicitud hecha por el reportero señala que la “Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México, no ha celebrado contrato, convenio o instrumento jurídico alguno con las características y especificaciones señaladas por el solicitante, motivo por el cual en los archivos de esta Subdirección no obra información al respecto”. 

Por otra parte el Fondo Mixto, responsable de la promoción y gestión para el uso de la marca CDMX explica en su respuesta a la misa solicitud que “…de la búsqueda realizada en los archivos de este Fideicomiso, se advierte que no fue localizado ningún permiso de uso de marca vinculado con la página de Facebook CDMX Secreta”.
 
Sobre el uso indebido de la marca y colores institucionales de la Ciudad de México, consultamos a Santiago Santamaría Soler, quien firma como Global Communication & PR Lead de Fever Labs Inc; y se limitó a señalar que “el logo de CDMX Secreta está dentro de la imagen de marca más amplia” que es Secret Media Network, sin precisar si se tiene el permiso para utilizar dicha marca y color oficial con fines de lucro.

El uso indebido y sin autorización de la marca no es menor, si se toma en cuenta que algunos usuarios defraudados con la compra de boletos para Candlelights creyeron que la página que los promocionaba era una cuenta oficial. Otros tantos han críticado los anuncios pautados creyendo que se trata de una cuenta oficial. Por ejemplo, Gabriel Cuevas, comenta:

“A ver no entiendo… la página de la cdmx promocionando eventos en medio de una pandemia en la que la jefa de gobierno manda mensajes SMS pidiendo al pueblo no salir por los altos contagios… vaya desmadre” (sic).

En otro de los comentarios dentro de la misma página de CDMX Secreta, una usuaria identificada como Blancavanessa NM agrega:

“Estoy confundida, esto pasa en plena pandemia? Cierran negocios, se quedan sin trabajo miles de personas, pero la CDMX fomenta conciertos? Entendí mal?” (sic).

También hay quienes lo han preguntado en los comentarios, sin que el community manager haya respondido, es el caso de la usuaria Adain Rivera:

“La página que promociona el concierto es la oficial?” (sic)

Actualmente la fan page de CDMX Secreta cuenta con más de 30 mil seguidores, 10 mil más que los registrados en enero del presente año, aunque fue creada apenas en julio pasado, mientras que cuentas como la de Teatros de la Ciudad de México, creada hace más de siete años tiene apenas 43 mil seguidores, pero no cuenta con pautas publicitarias.

De los testimonios recabados por el reportero, pudimos encontrar al menos cuatro de defraudados:

  1.  Los que compraron boletos en 2020 para febrero y marzo, que no han recibido ningún tipo de reembolso o aviso de cambio de fecha, pese a que el día de su evento ya pasó.
  2. Quienes que compraron boletos entre octubre de 2020 y marzo de 2021, para acudir un fin de semana, pero les pasaron su evento para mayo, junio o julio, en un día entre semana (Lunes, martes o miércoles) en un horario complejo de acuerdo a sus actividades.
  3. Aquellos que compraron boletos en 2021 para marzo y abril, pero a quienes les han recorrido tentativamente el evento hasta agosto, julio e incluso octubre.
  4. Quienes compraron boletos y ya pasó su fecha o esta próxima, pero nadie les responde a través del correo de atención al cliente, por medio de redes sociales en en alguno de los sitios web.

Ante esta evidencia y debido a las denuncias que los usuarios han hecho en las plataformas, solicitamos información a la Procuraduría Federal del Consumidor, donde nos explciaron que debido a que la plataforma de compras Fever no cuenta con un registro o domicilio oficial en México, la dependencia de protección al usuario no podría mediar.

La dependencia reiteró que Fever no tiene un “Contrato de Adhesión” que si bien no son obligatorios ,la mayoría de proveedores serios los tienen. Explican que existe un código de ética en Comercio Electrónico, que contiene los lineamientos a los que deben sujetarse los proveedores.

Señala que los usuarios pueden presentar una queja y así se pueda tener un antecedente de dicha aplicación, con ello evitar más víctimas. Otra recomendación es ponerse en contacto con los bancos titulares de la tarjeta que se haya hecho la compra y buscar anularla explicando la situación.

Usuarios llegan a un espacio en silencio

Entre la tardes del 25 y 27 de marzo, fechas que estaban anunciadas como parte de los primeros conciertos de Fever, acudimos en tres ocaciones al número 34 de la calle Lucerna y se pudo corroborar que, efectivamente, no se está realizando ningún tipo de actividad. Durante la visita pudimos platicar con al menos cuatro parejas que llegaron al inmueble sin haber recibido alguna notificación de cancelación.

El comprador, que pidió ser identificado como “Raúl”, señaló que adquirió dos boletos de 900 pesos cada uno para celebrar su aniversario de boda, sin embargo, nadie le avisó por ningún medio que el evento se había cancelado. 

“Tendremos que improvisar algo, algo aquí cerca”, dijo con evidente molestia y pidió al reportero que no le tomara fotografía, pues siente que “quedé como idiota, sabes… por no investigar, por no preguntar, pero bueno, haré un llamado para que nadie compre en esta página”.

Otra pareja que pidió no ser entrevistada se limitó a decir que sus boletos los compró desde noviembre de 2020 y esperaban pasar una velada especial, que creyeron que se trataba de un sitio confiable. Además, personal de seguridad de un edificio cercano, así como vecinos de la calle Lucerna entrevistados para el reportaje, corroboraron que sí ha llegado gente, pero nadie les ha abierto. “He contado más o menos entre antier y ayer, unas veinte personas”, explicó un guardia que se identificó como José y pidió que no se dijera en donde trabajaba.

Afuera del inmueble sólo hay un par de vehículos que no se mueven durante el día, un remolque de color rojo y un candado que mantiene la puerta cerrada. 

NOTA al lector: En la segunda entrega de este reportaje explicaremos cómo afecta este tipo de estafas al medio cultural, la competencia desleal y los testimonios que de manera global hemos podido recabar acerca de esta APP, además del posicionamiento de las dependencias locales y la policía Cibernética.