Plata, color que da vida a los adultos mayores

Por: Diego Ríos

@diegorioz

Angélica se lleva las manos a los ojos en medio del llanto, es incontenible el sentimiento que le produce imaginar lo que le pudo pasar a su papá la noche del pasado ocho de agosto, momento en él que desapareció. Pasaban las 9 de la noche, cuando al señor José Cabrera de 92 años salió de su casa en la colonia Los Reyes en la delegación Iztacalco con el pretexto de que tenía hambre. Horas más tarde sus hijas se dieron cuenta que no había vuelto.


“Empezamos a rastrearlo por todos lados, sacamos los carros, las motos, todo. Como podía cada quién, tú para acá, tú para allá; tocamos el botón de emergencia que está en la calle, ellos nos dijeron que habían visto que mi papá se fue todo derecho por la calle Recreo hasta llegar a Chimalpopoca. Llamamos a Locatel, fuimos al CAPEA”, dijo Angélica, una de los seis hijos del señor Cabrera.


La Alerta Plateada nació como una iniciativa ciudadana en 2014. Similar a la Alerta Amber, pero específicamente para personas mayores de 60 años, desde el principio sirvió como una herramienta de primera mano para las familias que experimentaban la desaparición de un adulto mayor, por tal motivo y debido a la gran demanda la población hizo del proyecto, el gobierno de la Ciudad de México atrajo estos esfuerzos y a través de la Secretaría de Desarrollo Social coordina una acción interinstitucional con la intervención de la SSP, SEDESA, PGJDF, INDEPEDI, Locatel y el Consejo Ciudadano.


El Sistema de Alerta Social – SAS (Alerta Plateada) consiste en que a través de una placa metálica elaborada con un material hipoalergénico, contiene el número de identificación el cual refiere a un registro donde se guarda nombre, dirección, tipo de sangre, enfermedades crónicas, medicamentos que deben ser administrados y el número telefónico de una persona que se hará responsable del portador en caso de una emergencia o extravío, por medio de una llamada a Locatel o al Consejo Ciudadano, dijo al Diario de México, Rigoberto Ávila Ordoñez, Director General del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores.


José Cabrera inició en el oficio de la carpintería a los ocho años, al cumplir 17 ya era maestro. En la actualidad es muy activo, a pesar de sus 92 años camina, sube escaleras, observa y escucha como cualquier persona sana; sin embargo, en su última visita al médico su doctora le dijo que es probable que tenga Alzheimer.


La doctora dice que necesita un medicamento que es fuerte, porque luego le llegan unas depresiones muy severas que nada más se nos agacha muy triste, en ocasiones cree que lo queremos atacar, nos desconoce, nos dice que no somos sus hijos. En una ocasión fue con un vecino y le dijo -es que mis hijos me quieren matar- y entonces todos esos síntomas dice la doctora que son inicios de su enfermedad. 


Al señor Cabrera lo reconoció una señora que había visto uno de los cientos de letreros que su familia había pegado alrededor de la ciudad, y que de igual manera había circulado a través de la cuenta de Twitter y Facebook @AlertaPlateada. 


“Estaba viendo la televisión, eran las 8:30 de la noche, me dieron ganas de un taco y salí de mi casa, encontré un puesto y vi que ya lo habían cerrado y seguí caminando. Cuando me di cuenta ya estaba lejos, me pareció estar frente a la casa de una sobrina que se llama Gina, toqué la puerta y salió un señor –Dígame, –Busco a Gina, –No, aquí no vive, aquí nada más vivo yo con mi esposa, –Entonces pensé “y ahora qué hago”, volteo y ya estaban las calles solas, –Espéreme tantito, lo voy a llevar a una parte, ya es muy noche y a esta hora lo asaltan, lo matan y yo no quiero cargar con ese pecado en mi conciencia, –Ay si me hiciera usted el favor – ¿Trae dinero? Me llevo a un hotel bonito, me cobraron 160 pesos, me dormí y a la mañana siguiente me desperté, vi mi reloj, ya eran las 10:30 y pensé “ya me han de estar buscando” y me salí. Llego aquí y todos hechos bolas, y cuando me vieron me abrazaron y me besaron, pues hasta yo chillé”, relató el señor Cabrera.


En caso de que una persona que porte una placa del Sistema de Alerta Social (SAS) sufriera un accidente o un suceso que acontezca de manera absolutamente imprevista y necesita auxilio, cualquier persona podrá comunicarse a los teléfonos de Locatel o del Consejo Ciudadano para informar sobre la emergencia, mencionando en todo momento el código de identificación personal impreso en la misma. Locatel y Consejo Ciudadano consultarán la Base Única de registros de los usuarios del SAS, a fin de que se logre regresar con sus familiares.


Para acceder al SAS hay que acudir a uno de los 84 módulos del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores (IAAM), entregar la documentación requerida tanto del interesado como de la persona que quedara como responsable y tras una visita al domicilio del usurario se entregara la placa de identificación, para mayor información llame al número de Locatel.

Cifras alarmantes

Para el año 2015 la población de adultos mayores fue de 1 millón,183,401 personas que representa el 13.36% y se proyecta que para el año 2030 ascienda a 1 millón,706,672 un 20.19% de la población total de la Ciudad de México. De igual manera la esperanza de vida en el 2015 fue de 76 años, 78 para mujeres y 73 para hombres y se estima que para el 2030 esta sea de 77 años, 80 para mujeres y 75 para hombres.

Actualmente, hay 61 personas mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años (índice de envejecimiento). Para el año 2030 esta relación será de 108 mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años. Dicho en otras palabras, la capital del país pasará de un proceso de envejecimiento moderadamente avanzado a un proceso de envejecimiento avanzado en tan sólo 15 años.