Cuerpo hallado en canal de Mazatlán no es de Cándida Cristal, informa Fiscalía de Sinaloa

Ciudad de México.- El cuerpo de la mujer localizado sin vida dentro del canal de Mazatlán, Sinaloa, no corresponde al de la locutora de radio Cándida Cristal Vázquez, reportada como desaparecida desde el 21 de julio, informó el vicefiscal General del Estado, Dámaso Castro Saavedra.

El vicefiscal indicó que los estudios de genética forense practicados al cuerpo de la mujer no corresponden al de la locutora, por lo que se continúa con la búsqueda de dicha persona.

Dámaso Castro indicó que dichas pruebas son necesarias, sobre todo en cuerpos que se localizan en avanzado estado de descomposición, no basta la identificación física de los familiares. 

Una vez obtenidos los resultados de las pruebas de genéticas practicadas a los familiares de ésta, se determinó por parte de personal pericial, especializado en Genética Forense, que no corresponde con la información del cuerpo sin vida localizado en dicho residencial, en la ciudad de Mazatlán”, expuso.

Aunque, añadió, se sigue buscando en el banco de datos de esta FGE para establecer a la posible la identidad de la víctima, ya que, a excepción de los familiares de Cándida, nadie se ha presentado a reclamar el cuerpo de la persona.

La tarde del jueves pasado, fue descubierto el cuerpo de una mujer, con las manos atadas a la espalda, una soga en el cuello, envuelta en bolsas de plástico con varias piedras para evitar que este flotara, por lo que en un principio se presumió que correspondía a la locutora.

Luego de acudir a intentar identificar el cuerpo, la madre de Cándida dijo que no era el de su hija, pues ella no tenía tatuajes, a pesar de que algunos lo daban por hecho. 

De acuerdo a la ficha emitida del Protocolo Alba, la última vez se vio a la comunicadora fue el pasado 21 de julio al salir de su domicilio en el fraccionamiento Real del Valle, en Mazatlán.

En julio del 2021, la locutora fingió su muerte, algunos aseguran que se trató de problemas de salud asociadas por secuelas de un segundo contagio de Covid-19.