Persiste disparidad entre la población para costear medicinas y tratamientos

Redacción

Ciudad de México.- El gozar de una vida saludable es un privilegio que no todos tienen. Y es que, si bien para muchos la salud lo es todo, el poder tenerla requiere tener una buena solvencia económica que en algunos casos no es posible. En México, por ejemplo, se hace difícil este panorama, dado que los altos costos de atención por enfermedades afectan a millones de personas que no tienen cómo costearlos.

De acuerdo al artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Sin embargo, el mismo no lo pueden ejercer todos los mexicanos por igual, dado que influyen muchos factores y depende de la población que se trate.

En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que “la cobertura universal quiere decir que toda persona, en cualquier comunidad, pueda recibir los servicios sanitarios que requiere, con la calidad necesaria para mejorar su salud, sin que por ello sufran dificultades económicas”.

PRECIOS CON AUMENTO ACELERADO

Sin embargo, un estudio del Global Medical Trends 2022, consultoría especializada en gestión de riesgos y seguros, reportó que ese año la inflación médica cerró en 16% en la nación, esto tras el aumento en el precio de medicinas, consultas y servicios hospitalarios, una situación que perjudica a la economía de millones de habitantes.

Además, esta cifra presentó un incremento de 15% respecto a 2021. Aunque lo más preocupante, según la firma, es que, además, México se posicionó como el país de Latinoamérica con el mayor incremento en costos relacionados con la salud. En detalle, Brasil ocupó el segundo lugar de alzas de los servicios médicos con 12.3%, seguido de Perú y Colombia con 8.5% y 4.5%, respectivamente.

GASTOS AL AÑO POR 9 MIL 500 PESOS

Por su parte, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) también analizó el tema y manifestó que, en promedio, los ciudadanos gastan 9 mil 512 pesos al año tanto en consultas, como en medicinas, estudios clínicos y servicios para la atención de enfermedades generales. Dicho número equivale a 129% del sueldo mensual que recibe la mayoría de los mexicanos.

Otro dato revelador del reporte es que 18.7% de la población carece de seguridad social y no tiene recursos suficientes para comprar un seguro privado y lograr solventar sus necesidades de salud. En otras palabras, 23.5 millones de gentes, de un total de poco más de 126 millones de habitantes, no cuentan con los servicios del IMSS, ISSSTE o la Secretaría de Salud (Ssa), es decir, que quienes llegan a afrontar enfermedades graves, como cáncer, pueden caer en pobreza por la cantidad de dinero que deben desembolsar; incluso hay quienes recurren a préstamos personales.

Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS, afirma que 87.5% del gasto privado en salud proviene del capital de bolsillo. Asimismo, manifestó que los costos más altos de enfermedades frecuentes pueden llegar a más de 200 mil pesos, aunque hay casos individuales que superan los 4 millones, como la diabetes o infarto al miocardio.

EL PAÍS, EN SITUACIÓN ALARMANTE

Concatenado a esta problemática, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indica que el gasto directo de las familias mexicanas en atención de la salud, la cual no incluye seguros médicos, alcanza el 43% de los habitantes, lo que la convierte en el segundo porcentaje más alto para el organismo y el doble del promedio, que se sitúa en 20%.

Según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en cuanto a los gastos específicos que realizan los hogares en servicios de salud, más de 50% se centra en medicamentos, mientras que 14% se realiza en consultas médicas y 13% en servicios hospitalarios.

Parte de la crisis actual, explican expertos, es debido al incremento anual de 6.7% en la subida de precios en los medicamentos, situación que es la más elevada en los últimos cuatro años.

Los costos de salud aumentaron 15% en un año en el territorio nacional

En el país, en particular, hay tres grupos que se benefician de las instituciones de salud:

» El primero de ellos son los trabajadores asalariados, los jubilados y sus familias;

» El segundo; los autoempleados, trabajadores del sector informal, desempleados y personas que se encuentran fuera del mercado de trabajo y,

» Por último, la población con capacidad de pago.

IMCM