¿Me conviene más invertir en el mundo real o en el financiero?

Foto: Flickr de Carl Carpenter CC [CC BY-NC-SA 2.0]

Por Edith Esquivel Eguiguren

¡Todos hemos leído o visto una novela donde alguien lo perdió todo por una mala inversión! O quizás tú conozcas a alguien que perdió mucho dinero al invertirlo donde no debía. Hay una creencia generalizada de que invertir siempre implica un riesgo enorme. También algunos piensan que invertir es para millonarios, o que es muy complicado. ¿Sabes de dónde viene esta creencia?

¿Han oído la frase “Haz fama y échate a dormir”? Bueno, pues esto es lo que le ha pasado a las inversiones. Aunque hoy en día se puede invertir con facilidad en la bolsa y en instrumentos de bajo riesgo, a partir de 100 pesos, y sin comisiones en cetesdirecto.com, no siempre fue así. Imagínate, tan solo la plataforma de cetesdirecto surgió apenas en noviembre de 2010. Antes del 2010 no era nada fácil invertir en instrumentos financieros, porque todavía no se generalizaba el uso de plataformas por internet.  

Hace poco más de una década tenías que ir físicamente a una casa de bolsa a llenar un formulario y firmar un contrato. Cuando no había Internet, tenías que hacer llamadas telefónicas o acudir a la sucursal con tu agente para poder invertir. Para abrir una cuenta necesitabas tener grandes cantidades de dinero. Muchos lo hacían a través del banco, pero al igual que hoy día, los bancos de entonces cobraban altísimas comisiones que hacían los rendimientos menos atractivos. 

No era tan fácil investigar si tu institución estaba regulada, si tenía comisiones competitivas, ni su situación financiera. En resumen, no era fácil acceder ni a la información ni a los productos financieros en México. Es más, hasta hace solo unos cinco años, para abrir una cuenta en GBM (mi casa de bolsa favorita) necesitabas tener 100 000 pesos (hoy necesitas solo 10 000) y mi ETF favorito (de Vanguard) solamente estaba disponible para empresas grandes con inversiones millonarias. 

Entonces es natural que con tantos impedimentos, la mayoría de las personas con la cosquillita de invertir hasta hace poco se interesaban primeramente en inversiones en el mundo real: una propiedad inmobiliaria, un negocio, monedas de oro, unas placas de taxi, y otros. 

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Inversiones del mundo real

Es normal que estemos más familiarizados y nos sintamos más cómodos con las inversiones reales que con las financieras (da clic para una definición de inversiones reales). 

“La piedra es piedra”, mucha gente piensa que invertir en algo físico significa que no hay riesgo. Después de todo, una casa o una moneda de oro no cambian de forma o de uso debido a los vaivenes de la economía. Sin embargo, incluso las inversiones reales tienen riesgos de pérdidas, y no solamente por algún daño físico, sino en ocasiones también por otras razones, como cambios en la legislación o decisiones gubernamentales, cambios sociales, cambios en la percepción de la población con respecto al bien y, por lo tanto, en el valor del bien en el mercado. Como ejemplo, veamos con detenimiento algunas inversiones del mundo real. 

Comprar para rentar

¿Cómo podemos saber si nos conviene comprar una propiedad para rentarla? Algunos creen que siempre es buen negocio, pero no es así. Muchos calculan mal las ganancias. Creen que si reciben 5 000 pesos de renta, significa que tienen 5 000 pesos de ganancia. Pero no olvidemos descontar los impuestos, los gastos de mantenimiento o de arreglo de desperfectos, los gastos administrativos (si se contratará a un contador), el tiempo para atender al inquilino y de transporte para cobrar la renta, entre otros. Si la casa se compró por medio de un préstamo, habrá que considerar el costo de los intereses. Por último, es fundamental tomar en cuenta la minusvalía o plusvalía de la propiedad, es decir, considerar que su valor en el mercado puede crecer o también disminuir. 

Como expliqué en mi artículo: “Tres mitos que debes dejar de creer sobre tener casa propia”, es un mito que el valor de las propiedades nunca se reduce. Aunque podría parecer que una casa siempre cuesta más, si ese aumento de precio es menor a la inflación, en realidad su valor está bajando.  

Por ejemplo, en la zona donde vivo, una casa cercana costaba 700 000 pesos hace diez años y ahora vale 900 000. La inflación en ese periodo fue de 4% anual, es decir 40% acumulado, lo que representa 280 000 pesos. Pero la propiedad aumentó su valor en únicamente 200 000 pesos. Así que a las ganancias obtenidas por rentar esa casa durante diez años habrá que restarles 80 000 pesos. Ni hablar.  

Usando el ejemplo anterior, las rentas en la zona son de aproximadamente 4 000 pesos al mes. Pero los gastos de impuestos y mantenimiento ascienden a 3 000 pesos. Si la ganancia neta es de mil mensuales, en diez años habremos obtenido 120 000 pesos. A esto le restamos 80 000 pesos que hemos perdido por la minusvalía de la propiedad. Nos da un total de 40 000 pesos. 

El siguiente paso es comparar esta ganancia con lo que hubiéramos obtenido con un instrumento financiero de bajo riesgo. Tomemos como ejemplo un instrumento que da 4% de interés después de inflación e impuestos. Si invierto los 700 000 en un instrumento financiero de bajo riesgo que da un interés del 4% después de inflación e impuestos, tendría 280 000 pesos de ganancia neta al cabo de diez años. Como verás, en este caso en particular, conviene más invertir en un instrumento financiero que rentar una propiedad. Y eso sin considerar otros costos que puedan surgir, como destrozos o robo que el inquilino se niegue a pagar, que deje de pagar la renta, gastos legales en el caso de inquilinos que dejan de pagar y se niegan a abandonar la propiedad o el tiempo que la propiedad esté sin inquilino. 

Hay lugares donde las propiedades tienen una gran plusvalía. Sin embargo, un buen inversionista no deja esto a la suerte: conoce las proyecciones de la zona, la calidad de los servicios, los proyectos de urbanización, etc. Sabe cómo elegir buenos inquilinos, tiene los recursos para defenderse de los que no lo son, y está listo para la pérdida de valor de su propiedad si se vuelve una zona peligrosa.

Poner un negocio

¿Qué hay de iniciar un negocio? Como expliqué en mi artículo: “7 crudas realidades que debes conocer antes de poner tu “negocito”, 9 de cada 10 pequeños negocios cierran antes de un año. Si lo que buscas es minimizar el riesgo, comenzar un negocio con poca inversión y reinvertir las ganancias para verlo crecer mientras se obtienen ingresos desde otra fuente podría ayudarte a reducir pérdidas si algo sale mal. 

Si el negocio que quieres iniciar requiere de invertir todos tus ahorros, debes estar consciente del peligro de perderlos. Uno de los principios más importantes de las inversiones es la diversificación, así que sería necesario ahorrar más para que si el negocio sale mal, no te quedes en ceros. 

Adicionalmente, aunque ser tu propio jefe suena genial, no debes olvidar que al poner un negocio pequeño, al menos al principio, tendrás que encargarte de todos los aspectos de tu negocio: contabilidad, contrataciones, compras, logística, y hasta ¡limpieza! Prepárate para una curva de aprendizaje muy cerrada y para pasar mucho mucho tiempo haciendo crecer tu negocio. 

Comprar oro

En el caso de la compra de artículos de valor para que suban de precio, hay ventajas y desventajas. Sin embargo, no es recomendable que sea la inversión principal porque suele ser muy especulativa y no da rendimientos: tu única ganancia es la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Tomemos como ejemplo el oro. Sus precios suben y bajan estrepitosamente, pero a largo plazo su rentabilidad no es la gran cosa. Por ejemplo, si hubieras invertido en oro a principios del siglo pasado, hoy tendrías 2 o tres veces más dinero, pero si lo hubieras invertido en bolsa, lo habrías multiplicado unas 15 veces. Aunque nada te garantiza que estos rendimientos históricos se repitan, ayudan a darse una idea de qué tan conveniente sería el oro como estrategia de inversión.

Rentar un Uber

Hay personas que compran un auto para darlo a manejar a alguien con la aplicación de Uber. Como en otras inversiones, para esta es necesario tomar en cuenta los gastos y los ingresos (en este link hay información sobre todos los gastos) para saber si conviene. Los rendimientos finales, sin embargo, dependerán de muchos factores, como si el auto es tuyo o lo estás pagando, la zona donde trabajará el uber, el chofer que elijas, el número de accidentes que tenga el uber, los impuestos que apliquen en tu zona, etc. Hay muchos elementos que pueden poner tu inversión en números rojos. También será necesaria una inversión considerable de tiempo por parte del propietario, pues hay que darse de alta en hacienda y hacer la contabilidad mensual, darle mantenimiento al vehículo, etc. También tienes que estar muy al tanto de la legislación que afecta a la movilidad y transporte en tu entidad. 

Las inversiones del mundo real no son enchiladas

No trato de decirte que las inversiones en activos reales sean desaconsejables. Sin embargo, como podrás notar, no siempre es tan fácil y seguro como muchos creen. Al igual que las inversiones financieras, es necesario que sepas muy bien lo que estás haciendo para que tengas mayores probabilidades de que te vaya bien.

Considera que, frente a las inversiones financieras, tendrás las siguientes desventajas: 

  1. Menos diversificación – Al comprar un ETF, puedes ser el propietario de un pedacito de 500 empresas, con un solo clic. Es casi imposible llegar a este nivel de diversificación cuando inviertes en el mundo real. 
  2. Inviertes más tiempo – Para invertir en el mundo financiero necesitarás dedicar un poco de tiempo al principio para establecer tu portafolio, pero después de eso no es necesario que te dediques a él en cuerpo y alma: una revisión del rumbo que estás tomando cada 6 meses o un año será más que suficiente. La mayoría de las inversiones reales requieren de mucho más tiempo. 
  3. Requieres de más conocimientos – Integrar tu portafolios de inversión financiero requiere de ciertos conocimientos básicos, y es recomendable actualizarte, pero normalmente no cambia a menudo. En cambio, algunas inversiones del mundo real requieren de tu constante atención. 

¿Tuviste algún amigo en la escuela que haya elegido su carrera universitaria solamente pensando en evitar las matemáticas? Muchas personas eligen las inversiones reales no porque les apasionen, sino para evitar no solo las matemáticas, sino también los riesgos, la incertidumbre, la complejidad, la teoría enredosa, y todos los aspectos negativos asociados con las inversiones financieras. ¡Gran decepción al darse cuenta de que las inversiones reales tienen también su incertidumbre, su complejidad, sus riesgos y sus problemas!

Si les pareció un artículo algo pesimista es porque a mi parecer, invertir en el mundo real requiere de una habilidad, experiencia, tiempo y riesgo mucho mayores que las inversiones financieras. Si a ti te gusta manejar un Uber, rentar una casa, o administrar un negocio, y no solamente por el dinero, entonces has encontrado una mina de oro: ¡Satisfacción y dinero en un solo lugar! Pero si eres como yo y solamente quieres hacer crecer tu dinero sin tener que volcarte en ello, ¡entonces las inversiones financieras son para ti! 

Y tú, ¿qué opinas de las inversiones en el mundo real? ¿cómo te ha ido invirtiendo ahí? ¿cuál es tu favorita de las antes mencionadas? ¿cuáles me faltaron? ¡Cuéntame!