El funeral de Charlie Kirk congrega a la élite republicana

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El funeral de Charlie Kirk se celebra este domingo en el Estadio State Farm de Glendale, Arizona, en un ambiente de profunda polarización y alta tensión política. El evento, que congrega al presidente Donald Trump y a otras figuras clave de su gobierno, busca honrar el legado del activista ultraconservador, asesinado a los 31 años el pasado 10 de septiembre. Su muerte, presuntamente a manos de un joven radicalizado "hacia la izquierda", ha sido interpretada por muchos como un atentado contra la libertad de expresión, un valor que Kirk defendía fervientemente.

Figuras del gobierno de Trump presentes en la ceremonia

Se espera que asistan al evento el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el subjefe de gabinete Stephen Miller y la jefa de Gabinete de Trump, Susie Wiles. Trump, Vance y Wiles darán un discurso, al igual que Erika Kirk, viuda del activista y nueva directora ejecutiva de Turning Point, la organización que él fundó a los 18 años.

La policía local ha advertido que el estadio y sus alrededores podrían congregar a más de 100.000 personas, debido a la popularidad de Kirk, que se ha convertido en un mártir para el ultraconservadurismo, y a la presencia de tantas figuras de alto perfil.

La muerte de Kirk reaviva el debate sobre la libertad de expresión

Tras el asesinato, el gobierno de Trump prometió tomar medidas enérgicas contra aquellos que celebraran su muerte. El secretario de Estado, Marco Rubio, advirtió que revocaría las visas a quienes lo hicieran, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, prometió actuar contra los empleados federales que se burlaran de su asesinato, y el vicepresidente J.D. Vance instó a denunciar públicamente a quienes difundieran mensajes similares.

En los días siguientes al asesinato, la censura a voces críticas se ha intensificado. El analista Matthew Dowd fue despedido de MSNBC por vincular la retórica de odio con la muerte de Kirk, mientras que Karen Attiah de The Washington Post también enfrentó censura. Por su parte, la cadena ABC "suspendió indefinidamente" el programa de Jimmy Kimmel, después de que el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr, presionara a la cadena matriz, Disney.

Estas acciones han generado dudas y preocupación en algunos miembros del partido Republicano, como el senador Ted Cruz, quien calificó las acciones de Carr como "peligrosas como el infierno" y advirtió que podrían sentar un precedente preocupante para el futuro. Otros conservadores, como los senadores Jerry Moran y Brett Guthrie, también han expresado su preocupación por el rumbo que está tomando su partido en relación con la libertad de expresión.

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