Etiopía rechaza que la ONU investigue posibles crímenes de guerra en ese país

Adís Abeba.- El Gobierno de Etiopía rechazó hoy la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para crear una comisión de investigación de posibles crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por todas las partes en el conflicto entre el Ejecutivo central y los rebeldes de la región de Tigré.

En un comunicado, el Ministerio etíope de Asuntos Exteriores subrayó que Etiopía "no cooperará con el mecanismo establecido impuesto contra su consentimiento".

"Esta acción de algunos en el Consejo es un intento de encontrar una forma alternativa de entrometerse en los asuntos internos de un Estado soberano y no sirve nada más que para exacerbar la situación sobre el terreno", afirmó el Gobierno etíope.

Por eso, Etiopía rechazó "categóricamente" el resultado "políticamente motivado" de la sesión especial que hoy celebró en Ginebra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la guerra en este país del Cuerno de África.

Ese resultado, enfatizó, "socava la confianza en la labor del Consejo y, lo que es más importante, la integridad territorial, la soberanía nacional y la independencia política de Etiopía. No más dobles raseros. No más medidas coercitivas unilaterales. Y no más intromisión en los asuntos internos con el pretexto de los derechos humanos".

La resolución, que condena "las violaciones de los derechos humanos y abusos cometidos en el norte de Etiopía por todas las partes desde el comienzo del conflicto el 3 de noviembre de 2020", fue aprobada con 21 votos a favor, 15 en contra y 11 abstenciones.

Votaron a favor, entre otros, los países del Consejo miembros de la Unión Europea, que fueron quienes convocaron la sesión emergencia sobre Etiopía y redactaron el borrador de resolución, mientras que China, Cuba, Eritrea, Rusia y Venezuela votaron en contra.

La resolución urge a todas las partes en conflicto a detener los ataques a civiles, a que levanten los obstáculos a la llegada de la ayuda humanitaria y a negociar un alto el fuego.

La comisión de investigación establecida por el Consejo tendrá un mandato de un año, estará formada por tres expertos y tendrá la misión de investigar las violaciones de los derechos humanos en el conflicto.

La guerra estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT), en represalia por un ataque a una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.

Según la ONU, miles de personas han muerto y unos dos millones han tenido que abandonar sus hogares en Tigré debido a la violencia.

Asimismo, unas 9.4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el norte de Etiopía debido a la guerra, de acuerdo al Programa Mundial de Alimentos (PMA).