Panorama desolador en hospitales de Venezuela

Caracas, 29 Jul .- Un panorama desolador es el que impera en los hospitales de Venezuela debido al paro indefinido de los profesionales de salud por la carencia de materiales para desempeñar su labor correctamente.

El personal únicamente atiende emergencias desde el pasado 25 de junio porque el gobierno no hizo caso del reclamo general de asegurar el bienestar físico de los venezolanos en los 226 hospitales de 20 estados del país.

“El gobierno es el que prolonga el paro indefinido al no dar muestras de que desea buscar soluciones y respuestas efectivas”, asegura Jaime Lorenzo, director ejecutivo de Médicos Unidos de Venezuela, ONG que defiende el derecho a la salud.

De 40 mil médicos en todo el país registrados en la Federación Médica, 24 mil médicos se habían ido hasta hace tres semanas, señala Lorenzo.

“Se están yendo colegas hasta con 30 años de servicio, recién egresados y estudiantes que dejan el título. Cada día hay más colegas que están pensando en irse del país o del trabajo, porque piensan que el gobierno no va a atender los reclamos”, lamenta.

Hay hospitales en los cuales el personal de enfermería de los turnos nocturnos es el mínimo indispensable, de acuerdo a un reporte del diario El Nacional.

“Hemos desmejorado en poco más de un mes. Solo en el Universitario de Caracas han renunciado 60 enfermeras que no creen que el gobierno vaya a atender el llamado”, expresa Ana Rosario Contreras, presidente del colegio que las agrupa en Caracas y líder de las profesionales que convocó al paro indefinido, debido a los bajos salarios.

La indiferencia gubernamental ha comprometido las tareas de diagnósticos, operaciones, y tratamientos de pacientes. Los laboratorios no tienen reactivos, los servicios de imagenología y radiología no funcionan porque los equipos están dañados o falta algún material.

Un altísimo porcentaje de servicios de quirófano y de terapia intensiva están inoperativos, y la atención que requiere de material médico quirúrgico y medicamentos ha empeorado.

No hay cantidad ni diversidad suficiente de antibióticos. El ministerio ha enviado medicamentos esporádicamente y solo alcanzan para una pequeña cantidad de pacientes y por poco tiempo, lo cual impide suministrar tratamientos completos.

Hay “una escasez terrible” de compresas empleadas para absorber la sangre durante intervenciones quirúrgicas, y también de relajantes musculares utilizados por anestesiólogos cuando un paciente está sedado y conectado a una máquina.

A esto se le suma la cantidad insuficiente de medicamentos para atender patologías crónicas, como cardíacas o respiratorias.

La cantidad es poca, y las pocas veces que llegan se acaban rápido y no cubren el número de pacientes antiguos ni nuevos, refieren especialistas consultados.

“Esta situación ya existía antes del paro y nos impedía realizar el diagnóstico y dar atención adecuada a los pacientes. Por eso los médicos nos sumamos al conflicto el 26 de junio; y ahora es peor”, asegura Lorenzo.

No hay reportes oficiales de fallecidos en los hospitales debido a estas carencias, pero se supo que varias ONG levantan la data y llevan el registro progresivo de mortalidad y deficiencia en los servicios de atención al paciente.

En muchos de los hospitales tampoco hay agua ni material de limpieza ni detergente