La calidad crediticia de América Latina se deteriora, lo dice Moody's

Por Danilo Díazgranados

El panorama sigue complicándose para América Latina. La agencia de calificación de riesgo Moody's publicó un informe en el cual alerta que, mientras más se acerca el vencimiento de los plazos adicionales concedidos por los bancos hasta finales de año, para pagos de deuda, se continúa deteriorando la calidad crediticia de la región.

Los bancos latinoamericanos están enfrentando un riesgo cada vez mayor en lo que respecta a la calidad de sus activos. Debido a que las tasas de contagio por coronavirus permanecen muy altas todavía, la recuperación económica tiende a prolongarse, destaca el documento.

Los bajos ingresos corporativos y altos índices de desempleo son tan solo dos de las consecuencias del retroceso de los niveles de las economías, lo que incide directamente en las condiciones crediticias de las instituciones bancarias para los próximos meses.

Al respecto, la agencia de riesgo prevé que esta condición podría mantenerse por al menos unos 18 a 24 meses más, hasta que las condiciones sean percibidas como seguras y la economía vuelva a distenderse. El término confianza es un elemento clave en estos procesos.

Agrega el informe que existe un muy alto riesgo de la prolongación del confinamiento en la región, lo que podría retrasar aún más la recuperación de las economías latinoamericanas, que ya es bastante lenta. En este particular, países como Argentina, Brasil, Perú, Colombia y Chile, cuyas medidas han sido de las más estrictas de la zona.

Moody's también hizo referencia a los programas de asistencia económica y social que han puesto en ejecución la mayoría de los gobiernos de la zona. Si bien resaltó su importancia, alertó que podrían no llegar a “ser suficientes” para satisfacer las necesidades y prevenir riesgos crediticios.

La agencia apuntó, además, que estos planes “son importantes", pero "pueden no ser suficientes para prevenir mayores riesgos crediticios". “Los bancos brasileños están mejor posicionados para soportar pérdidas”, mientras que sus similares en Colombia y Perú tienen mayor exposición a “escenarios adversos”, recalcó.

El alcance de los programas de asistencia no ha sido igual en todos los países de América Latina y su eficacia se ve reducida en virtud de los altos costos operativos y financieros y a las dificultades técnicas. Además, la recesión en Estados Unidos ha mermado, y lo seguirá haciendo, el flujo de remesas hacia esta zona.

Mientras tanto, la calidad de la cartera crediticia de los bancos locales sigue deteriorándose, acarreando mayores consecuencias para la economía en lo que se refiere a calificación de riesgo para la inversión foránea en la zona.