Rescatar el medioambiente: vital para la recuperación en América Latina

Por Danilo Díazgranados

La recuperación económica post pandemia en América Latina ha sido tratada por organismos multilaterales y de apoyo y diferentes han sido los escenarios acerca del devenir de la región. Pero, básicamente, todas las teorías apuntan hacia una misma conclusión: la recuperación será parcial y desigual.

Sin embargo, para lograr en lo posible un ambiente menos hostil y en el cual el desempeño económico sea lo más acerado posible, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en la persona de su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, instó a los países de la región a fomentar alianzas políticas internas e internacionales, así como otras formas de cooperación, que les permitan dar inicio a la recuperación económica post pandemia “sobre bases ambientalmente sostenibles y con igualdad”, y que “sostengan el cambio en el estilo de desarrollo”.

La representante de la Cepal ha hecho críticas al actual modelo de desarrollo imperante en la región, al cual ha calificado de “extractivista, desigualador, promueve la cultura del privilegio y la concentración de la riqueza”. Para nadie es un secreto que el COVID-19 ha acrecentado los problemas estructurales y las vulnerabilidades que caracterizan a la región latinoamericana. La desigualdad social, el desempleo, la pobreza, la alta informalidad y la baja productividad se han visto exacerbadas. 

El deterioro ambiental es, por ende, uno de los aspectos que más preocupa a la Cepal, que ha advertido que 47% de los ecosistemas naturales están deteriorados y 25% de las especies están en peligro de extinción. También le inquieta “la destrucción de la integridad ecológica de sistemas claves que pone en riesgo la alimentación del futuro”.

Bárcena hizo referencia al aspecto climático en la zona, en razón de la alta vulnerabilidad a eventos meteorológicos extremos. No obstante emitir menos de 8.3% de los gases que causan el efecto invernadero, más de 50% de los habitantes del Caribe viven cinco metros por debajo del nivel del mar, lo que les hace, al igual que Centroamérica, blanco de tormentas y huracanes. 

La funcionaria recalcó que el impacto negativo que en las finanzas ha supuesto la pandemia en el Caribe, ocasionando una caída del 6.9% en el crecimiento, así como la expansión del déficit fiscal. Los niveles de endeudamiento corresponden a 70% del PIB y el servicio de la deuda supone 30% de los ingresos obtenidos durante el 2018. 

“La región necesita ayuda financiera a una escala capaz de hacer frente al impacto de la crisis. ¡Reafirmo nuestro compromiso con la estrategia de la Cepal de El Caribe primero!”, recaló.

Y efectivamente. Aunados al compromiso económico, es también necesario iniciar proyectos en los cuales la sostenibilidad ambiental sea uno de los pilares fundamentales sobre los cuales se basará la economía regional.  De ello dependerá parte de la recuperación económica de América Latina.