Pronósticos continúan en rojo: La economía mundial sigue hundiéndose

Por Danilo Díazgranados

El gobierno japonés se suma a la ola de anuncios negativos sobre el comportamiento de la economía mundial. Informó que el crecimiento de su país registró un declive de 7.8%, siendo este el tercer trimestre consecutivo en que los números se ponen del color del círculo que adorna su bandera. Este es, sin duda alguna, el descenso más importante registrado desde que se comenzaron a llevar estadísticas sobre estos indicadores en 1980.

Mientras tanto, los países que integran la zona Euro totalizaron en su conjunto una merma de 12.1% de su Producto Interno Bruto. En este contexto, entre los que más aportaron para construir este ranking negativo, se encuentra España con 18.5%, seguido por Francia con 13.8%, Italia con 12.4% y Alemania con 10.1%.

Inglaterra reafirma su condición monárquica, y se presenta como la reina indiscutible del deterioro del PIB en el viejo continente. Muestra una caída de 20.5%, lo que es el peor de todos los comportamientos económicos. Por su parte, Rusia experimentó un bajón de 8.5% de su indicador de crecimiento, responsabilidad que fue compartida por el descenso de los precios del petróleo, sumado a la crisis sanitaria por la pandemia.

Del otro lado del océano, Estados Unidos cayó 9.5%, y ni hablar de la crítica situación por la cual atraviesan el conjunto de países latinoamericanos, los cuales en totalizaron una contracción de 9.1% según los cálculos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que publicó las cifras el pasado mes de julio.

Aún no se sabe a ciencia cierta cuánto más puede resistir la economía mundial. Lo que se vislumbra hasta el momento es un descenso sin frenos hacia el abismo, sobre todo en muchos de los países más industrializados. Resulta paradójico que la nación en la cual se originó la pandemia que acabaría destruyendo las proyecciones de crecimiento mundial para el presente año, China, haya experimentado un ligero, pero sostenido repunte de la economía, aunque sin lograr emular el buen desempeño económico de 2019.

Con base en estas cifras, resulta imposible prever si se cumplirán las proyecciones de muchos economistas y firmas de renombre, que han apostado por una recuperación de la economía para el 2021. Dudosa teoría difícil de comprobar, si nos ceñimos a la realidad circundante.