Sandie Crisp: La diva drag más allá de 'Obedece a la Morsa'

Instagram: @sandra_e_crisp

Por María Fernanda Delgado

Por su naturaleza, internet suele ser un lugar tanto o más salvaje que la vida real. Regido por la omnipotencia de una innumerable turba anónima, cuya eterna sed de contenido está dispuesta a saciarse a cualquier precio, puede volver un dios o un paria en segundos a todo aquel que esté dispuesto a entregar su intimidad al silencioso obturador de una cámara. Sin embargo, hay también casos en los que, sin necesidad de este trato implícito, las vidas de algunas personas fueron alcanzadas por esta suerte de dictadura digital. Una de ellas fue Sandie Crisp, a quien la viralidad le trajo la inmortalidad a costa de un escarnio masivo con el que luchó hasta sus últimos días, y que para el grueso de la población casi oscureció sus décadas de trayectoria como uno de los rostros más visibles del drag y la contracultura en Estados Unidos.

LA INFAME LEYENDA URBANA

El año 2007 llegó y se fue con su crisis económica, acompañado de uno de los fenómenos virales más grandes de su tiempo: “Obedece a la Morsa”, un video que aterró a millones de jóvenes y niños alrededor del globo. Dicho metraje, de poco más de 2 minutos, nos brindaba una edición muy primitiva, con la imagen de una figura delicada y de anatomía única enfundada en encaje blanco, que ofrecía un baile con pasos de tap mientras movía al unísono una pequeña sombrilla del mismo material. Estas imágenes, tomadas del documental dirigido por Nick Bougas en 1994, “The Goddess Bunny”, se convertirían en combustible para pesadillas luego de que un usuario de habla hispana en YouTube editara el fragmento y le agregara una inquietante versión acelerada de una canción infantil. El resto es historia.
A la par de la popularidad del video, considerado terror del tipo finihario, el propio creador de la “creepypasta” habría desatado rumores sobre una maldición al estilo de “El Aro” o la presencia de una supuesta secta que buscaba adeptos a través de un mensaje subliminal, mismos que trascendieron masivamente en los foros virtuales, creando gracias al boca a boca el mito primigenio de internet que todos conocemos ahora.

 

UN MILAGRO VESTIDO DE LENTEJUELAS

Sin embargo, detrás del hito que la estigmatizó, se esconde una historia tan dura como maravillosa, la de Sandie Crisp, actriz, modelo, drag, activista, mujer trans y paciente seropositiva que llegó al mundo junto con la década del amor y la paz, en 1960. Por desgracia su vida no estuvo marcada por estos factores, ya que una pequeña Sandie, que nació bajo el nombre de Jhonnie Baima, se enfrentaría a la orfandad desde sus primeros años tras la separación de sus padres, por lo que recorrió durante su infancia orfanatos y hogares adoptivos en su natal California, donde fue objeto de abuso físico y sexual. También sería en esta época cuando contraería poliomielitis, enfermedad que le fue mal atendida por los doctores, quienes le implantaron una barra de metal en la columna, que impediría su crecimiento, limitaría su capacidad motriz y le provocaría problemas respiratorios durante el resto de su vida. 
Sandie volvería al cuidado de su madre durante la adolescencia, pero duraría pocos años en su casa, ya que el fundamentalismo religioso de su progenitora le impediría tolerar la identidad no binaria de su hija que, al terminar la escuela secundaria, finalmente se mudaría y comenzaría su recorrido en la vida nocturna y la escena underground de Hollywood

 

Tras irse de casa, Sandie se habría dedicado al trabajo sexual un par de años y al cumplir los 19 comenzó a hacer drag bajo el nombre de “The Goddess Bunny”. Fue así como vestida con trajes de lentejuela, muchos de ellos confeccionados por ella misma, hacía gala del garbo de una princesa y su suave voz en los bares en West Hollywood, interpretando éxitos pop de artistas como Selena y bailando para el público. Según sus cercanos, Sandie estaba consciente del impacto que provocaba su imagen en la gente, por lo que también realizó performances polémicos, como uno donde se habría vestido como Eva Brown y aparecido junto a su correspondiente consorte de bigote; consiguiendo ganar prestigio y notoriedad entre la escena drag de Los Ángeles.

AMADA POR LA CÁMARA

El inicio de su camino frente a la lente lo hizo en cortometrajes de bajo presupuesto. Para el año 1985, Sandie fue vista durante uno de sus shows por el fotógrafo Rick Castro, célebre por sus retratos de temática BDSM, quien le hizo una de las postales más famosas de su carrera.

"The Goddess Bunny", Rick Castro, 1985.

 

Sería el propio Castro quien le mostraría su trabajo al polémico y mundialmente famoso artista Joel-Peter Witkin, quien la terminó inmortalizando con su cámara, en 1986, en una pieza titulada "Leda, Los Angeles" que, dicho sea de paso, actualmente forma parte de la colección del museo de Louvre

Joel-Peter Witkin | Leda, Los Angeles (1986) | Available for Sale | Artsy

"Leda, Los Angeles". Joel Peter Witkin, 1986.

 

Ese mismo año le llegó su primera oportunidad en cine con un cameo en la cinta “Hollywood Vice Squad” (1986), protagonizada por Carrie Fisher. Después de “The Goddess Bunny”, cinta que protagonizó en 1994, formó parte de los videoclips “Puppet Master” de Dr. Dre y B - Real, “Fallen Leaves” de Billy Talent y el más recordado, “The Dope Show” de Marilyn Manson, artista con el que incluso participó en un performance de los MTV Music Awards

 


Continuaría posando y haciendo apariciones ocasionales en cintas de Serie B y videos filmados por sus amigos. 

 

UNA DIOSA Y SU OCASO

Con respecto a su vida personal, para la década de los 90, Sandie Crisp contrajo matrimonio con un hombre llamado Rocky, mismo que no habría durado más de 4 años y del que se llegó a sugerir que contrajo el VIH. Tras su muerte, Sandie pasaría por dificultades económicas, llevándola a vivir en albergues y de la asistencia pública, sin embargo, se habría mantenido en activo haciendo drag hasta los últimos años de su vida. 

 

 

Además de convertirse en un ícono de la comunidad trans y gay, así como de la cultura underground, Sandie Crisp habría formado una familia con varios de sus fans más jóvenes, a los cuáles adoptó como hijos, tal es el caso de Chuck Grant, hermana de la cantante Lana del Rey y Hunter Barker, quien dirigió el mini documental “Goddess Bunny: The forgotten story of a Hollywood icon” para honrar a su madre de manera póstuma e hizo una colecta para conseguir que sus restos pudieran descansar en el Hollywood Forever Cemetery, última morada de varias estrellas de cine.


Durante los últimos años de su vida, Sandie también luchó para deshacerse del estigma que le dejó "Obedece a la Morsa", siendo muy vocal en redes sociales al señalar el dolor que le provocaba que la llamaran por ese mote y al pedir que el bullying y críticas hacia su imagen terminaran. Este penoso episodio, sumado a sus problemas de salud, no mermaron su espíritu ni le impidieron postularse para ser alcaldesa de Inglewood en 2014, consiguiendo 500 votos, ni tampoco registrarse como candidata presidencial de los Estados Unidos en 2020.

 

Sin embargo, la mujer que en sus propias palabras se describió en entrevista como “Una galleta dura. He sobrevivido a todas las dificultades de mi infancia y todavía estoy aquí", a pesar de su entereza, perdió junto a miles de personas la lucha contra la implacable ola de Covid y murió el 27 de enero de 2021.

MFDO.

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