A un año del éxodo de los rohingyas en Myanmar
Birmania.- Hace un año salió a la luz el caso de los rohingyas, un grupo étnico “sin Estado ni amigos”, que tuvo que huir de Myanmar por las atrocidades que vivían, eran víctimas de discriminación y violencia por su origen. Los exiliados, tuvieron que huir a Bangladesh, pero los responsables de la “limpieza étnica” siguen sin rendir cuentas.
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— UNICEF ComitéEspañol (@unicef_es) 23 de agosto de 2018
La Amnistía Internacional (AI), denunció que la comunidad internacional ha permitido que los perpetradores de los crímenes contra la humanidad de las fuerzas de seguridad de Myanmar sigan prófugos después de su campaña homicida.
Dicha campaña se caracterizó por atacar a los rohingyas a través de los incendios de sus comunidades, la colocación de minas terrestres en sus espacios, asesinatos, violaciones, torturas, inanición forzada y expulsiones. Eso obligó a los sobrevivientes a escapar de la brutalidad y refugiarse en otro país.
Al respecto, Tirana Hassan, directora de respuesta a crisis de Amnistía Internacional, aseveró que la impunidad en este caso es impermisible.
“Al no rendir cuentas a los responsables de los crímenes de lesa humanidad, la comunidad internacional se arriesga a enviar el mensaje de que las fuerzas armadas de Myanmar no sólo gozarán de impunidad, sino que se les permitirá cometer tales atrocidades nuevamente”.
Hassan recordó que en junio de este año, la Organización de las Naciones Unidas y el gobierno de Myanmar acordaron repatriar a los refugiados rohingya de Bangladesh, pero aseguró que la comunidad no puede contar con un regreso seguro a su casa mientras las fuerzas de seguridad permanezcan en libertad, pues la discriminación y segregación pueden continuar.
Agregó que en Myanmar se debe desmantelar su sistema de apartheid -segregación racial- para permitir a los rohingya y todas las minorías étnicas disfrutar de sus derechos y garantías como seres humanos.
Por otro lado, los refugiados en Bangladesh, viven en situaciones precarias que, afortunadamente, se han mantenido a raya; de los rohingya que cruzaron la frontera, 55% son niños.
Hace un año, la comunidad internacional se sobresaltaba con la dramática crisis humanitaria que se vivía en el extremo noreste de la bahía de Bengala. 365 días después así viven los niños #rohingya refugiados https://t.co/GA8CyljVFY pic.twitter.com/TDpTZXdC3H
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Vah