La tradición de los Reyes Magos junto a la llegada de millones de regalos

Foto: Cuartoscuro

Redacción

Ciudad de México.- Cada 6 de enero los pequeños de la casa despiertan emocionados para ver qué regalos les trajeron los Reyes Magos. Sin embargo, la espera parece interminable, dado que, en el silencio de la noche previa, de tanto pensar en ellos, a muchos niños les parece oír el sonido de sus pasos y el roce de las túnicas de seda por los pasillos de sus viviendas.

Otra costumbre de la Noche de Reyes es dejar los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón para que ellos depositen dulces en su interior.

Esta tradición se encuentra inspirada en un relato de origen cristiano que ha ido evolucionando para dar lugar al festejo que hoy en día conocemos.

Según el Evangelio de San Mateo, la primera aparición de estos personajes ocurre como “sabios” en lugar de “reyes”, además de que no hay certeza de que fueran tres. Sin embargo, su sabiduría pudo ser sobre astronomía explicando así el uso de las constelaciones para guiarse y aquella noche en específico la “Estrella de Belén”, que los llevó para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer.

Los evangelios ofrecen pocos datos sobre los Reyes Magos; en realidad, la historia sobre los “Magos de Oriente” aparece bien definida en los Evangelios Apócrifos, muy ricos en descripciones sobre estos personajes. En ellos, el término “mago” se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo, un sabio que puede, a través de la lectura de las estrellas, predecir acontecimientos. Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III, creyó ver una mención a los tres Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento, que dice lo siguiente: “Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”. El hecho de que fueran tres se vincula tanto a la Santísima Trinidad como al número de regalos que estos personajes llevaron al niño Jesús.

Al principio se les identificaba como una casta sacerdotal de Asia Media y Persia, pero en el siglo III el escritor y teólogo Orígenes, uno de los principales desarrolladores de la teología cristiana, propuso que fueran tres magos, correspondientes a los tres dones ofrecidos al niño Jesús.

CON ORÍGENES DE NOBLES PERSAS

Bithisarea, Melchior y Gathaspa, fueron los primeros nombres que les dieron a los Reyes Magos, quienes en representaciones artísticas de la época eran pintados como nobles persas.

Mientras que en las iglesias ortodoxas siria y armenia, la cantidad de magos es 12 y no tres.
Sobre su lugar de origen, la referencia es exclusivamente de África, Asia y Europa, dado que hasta ese momento América aún no estaba descubierta.

Melchor es representado como un hombre blanco anciano y con barba, proveniente de Europa. Su tributo es oro, por la realeza de Cristo.

Gaspar, joven proveniente de Asia, lleva el incienso por la divinidad de Jesús.

Baltasar, de edad media, representa a África y lleva consigo la mirra, una sustancia utilizada en aquel tiempo para embalsamar cadáveres y símbolo de la humanidad de Cristo.

La festividad del 6 de enero no pasa desapercibida y es celebrada en muchos países como Colombia, Cuba, España, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Fue en la tradición medieval que a estos personajes se les “bautizó” con Melchor, Gaspar y Baltasar.

Gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del siglo XII, el llamado Auto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana, es donde aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como “reyes”, sino como steleros, es decir, astrólogos.

Y es que los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena.

Pero pese a que a vivimos en la era de la tecnología, hay tradiciones que perduran, como la de acostarse temprano y dejar los zapatos bien limpios, comida para el camello, el caballo y el elefante, y un detalle para Sus Majestades de Oriente, todo ello con la finalidad de encontrar un juguete o un presente.

IMCM