El nuevo documental que une a Francisco Toledo y la "Distopía" de Juchitán

El cineasta mexicano Juan Carlos Rulfo, heredero de la sensibilidad literaria de su padre, el escritor Juan Rulfo, ha plasmado esa "habilidad rulfiana de escuchar a la gente" en su más reciente proyecto: el documental 'Binnizá, los seres de las nubes'. La obra, que inicialmente buscaba retratar al maestro Francisco Toledo (1940-2019), se transformó en una profunda exploración sobre el legado artístico y la "resistencia de la tierra" en la comunidad zapoteca de Juchitán, Oaxaca.

Rulfo, un "espectador silencioso" de las historias que anidan en los pueblos, viajó a Juchitán —territorio de origen de Toledo en el Istmo de Tehuantepec— desde finales de 2018. Aunque el intento de hacer una película sobre la magnitud del artista era "terrible" porque "siempre te quedas corto", el director decidió expandir el enfoque.

Los "Toleditos Silvestres" y la Estructura Rulfiana

El realizador, con tres décadas de trayectoria, adoptó la misma estructura narrativa que usó en su multipremiado documental 'Del olvido al no me acuerdo' (1999), donde indagó sobre su padre a través de los ancianos de Apulco, Jalisco.

En 'Binnizá', que significa "personas de las nubes" en zapoteco, Rulfo y la lingüista zapoteca Irma Pineda utilizan las voces de la gente para tejer la historia. "Son varios 'toleditos silvestres' los que hablan de la vida, del arte, de lo que pasa en su mundo", explica el director. Estos personajes incluyen a campesinos que, después de trabajar la milpa, se dedican a la creación artística, un testimonio de que "el arte es resistencia".

Juchitán: Entre la belleza zapoteca y la "Distopía"

A medida que Rulfo se adentraba en la idiosincrasia de los Binnizá y sus deidades, como el lagarto, descubrió que la tierra de Toledo era una verdadera "distopía".

El documental navega entre la belleza cultural zapoteca y la tragedia moderna de Juchitán, una zona afectada por la violencia del narcotráfico y la devastación ambiental. El director denuncia que los parques eólicos de grandes empresas están "secando la tierra del campo" y causando una escasez de siembra de milpa.

Para Rulfo, a sus 61 años, "el arte es la mejor manifestación del espíritu de la gente o del estado de su conciencia" ante este escenario. El largometraje es, en esencia, una "arquitectura del paisaje que experimenta para hablar sobre la fragilidad" y la inquebrantable resistencia de Juchitán.

La película cobra un tono aún más íntimo con la voz de Irma Pineda, hija del defensor de la tierra Víctor Pineda, desaparecido en 1978, quien lee un cuento en zapoteco que entrelaza todas las vidas retratadas. "Del jaguar heredaron la valentía y el coraje; de las piedras, la firmeza del carácter; de los árboles, su grandeza; y de las aves, su amor por el arte”, recita Pineda para describir las raíces Binnizá.

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